El pasado mes de junio se reinició el tráfico de cruceros en Cádiz y el Puerto de la provincia recibió el lunes 21 de junio al primer crucero de la temporada de verano. Desde el inicio de la pandemia mundial del Coronavirus en marzo del 2020 las actividades turísiticas estuvieron totalmente prohibidas por el Gobierno central en todo el terreno español.

El inicio del periodo estival comenzó con la llegada del primer crucero al Puerto de Cádiz, ‘Mein Schiff 2’, que empezó su recorrido zarpando desde Cartagena con un aforo de 1.800 (reducción del 70%) pasajeros y una tripulación de 600 trabajadores a bordo.

El barco contó con todas las prevenciones sanitarias y medidas de seguridad necesarias contra la propagación y el contagio del Covid-19 con la puesta en marcha de un protocolo que se redactó bajo las directrices emitidas por las autoridades sanitarias, en el que se vieron implicados los operadores, pasajeros y tripulantes.

Dentro de este protocolo ‘anti covid-19’, estaba como norma general impedir el embarque de personas infectadas, por lo tanto, los pasajeros debían de llevar una prueba negativa para acceder a la embarcación.

Por otro lado, se adoptaron medidas para delimitar la relaciones interpersonales y el flujo de personas en el interior del barco. Todas estas medidas estuvieron controladas y medidas con exactitud para que se produjese la menor interacción posible entre los turistas con una persona a bordo como responsable directo de la ejecución de las medidas sanitarias.

Asimismo, este tipo de embarcaciones deben tener la capacidad de realizar pruebas diagnósticas a bordo, así como instalaciones médicas con capacidad suficiente para realizar las pruebas médicas necesarias para detectar y atender a los posibles contactos. Del mismo modo, deben tener además, espacios destinados a aislamento, equipos de limpieza y desinfección y sistemas interiores de ventilación que garanticen la máxima seguridad. El protocolo incluye también la realización de PCR o prueba de antígenos el tercer o cuarto día de inicio del crucero a todos los pasajeros.

Como en la mayoría de establecimientos y lugares exteriores, los turistas tuvieron como obligación el uso de la mascarilla para garantizar la distancia social y de seguridad, tratando de evitar las aglomeraciones en los espacios públicos.

En cuanto al procedimiento de embarque y desembarque, el operador controló la temperatura de cada pasajero, además de la documentación sanitaria exigida como requisito (prueba negativa). Las pruebas médicas exigidas para el embarque son una PCR dentro de las 72 horas previas a éste o un test rápido de antígenos el mismo día de zarpar. Las personas ya vacunadas deben aportar el certificado de vacunación cada vez que le sea requerido.

Este tipo de medidas y su cumplimiento se han realizado para garantizar en su totalidad la seguridad tanto de los visitantes y tripulantes como de los ciudadanos de Cádiz.

El Puerto de Cádiz tiene previstas cuatro escalas durante este mes de julio, diez próximo mes de agosto, trenta y dos en septiembre para despedir el verano, cincuenta y siete en octubre y por último, cuarenta y una en noviembre.