Opinión

El conocimiento para innovar, en la esencia de “lo nuestro”

  • En la Universidad de Almería trabajamos en más de doscientos proyectos de investigación junto a los principales productores agrícolas, para aumentar la eficiencia de los insumos

Universidad de Almería.

Universidad de Almería.

Decía el erudito andalusí, natural de la actual Almería, Ibn Luyun, en su célebre Tratado de Agricultura, publicado en 1348 y reeditado por la Universidad hace unos años, que el “Arte de la Agricultura es el conocimiento de las cosas necesarias para los cultivos” y que él había recogido en su Tratado todo lo que “generalmente se practica en el país de Al-Andalus, a fin de que quien se interese en su estudio aprenda de una sola vez todo lo que un labrador puede llegar a saber al cabo de su vida.” Creo que estas palabras representan el primer pilar fundamental sobre el que se construye “lo nuestro”: cultivar, guardar y mimar el saber hacer indisolublemente ligado al territorio en el que se ha generado.

Almería es ampliamente reconocida como uno de los grandes clústeres agroalimentarios a nivel mundial. La “Huerta de Europa” es una muestra viva de una manera de hacer las cosas que nos diferencia del resto del mundo agroalimentario: el Modelo Almería. Es este modelo el que nos ha permitido contar con más de 30.000 hectáreas de cultivos hortofrutícolas en invernadero y la mayor concentración de cultivo protegido del planeta, generando un valor de más de 2.500 millones de euros anuales de facturación.

Pero estas cifras no deben reducirse a lo meramente económico: el Modelo Almería representa uno de los mayores exponentes de reparto socioeconómico, pues, a diferencia de la tendencia generalizada a nivel mundial de concentración en unas pocas megaempresas productoras, la producción almeriense se encuentra repartida entre un número elevadísimo de explotaciones gestionadas por unas 15.000 familias, lo cual sin duda es también un sello característico de “lo nuestro”; modelo único en el mundo de reparto de riqueza.

Decía Ibn Luyun en su Tratado de Agricultura que todo lo que en el Arte de la Agricultura hay que saber “se reduce a cuatro pilares o elementos, que son: las tierras, las aguas, los abonos y las labores. […] Esa es, pues, toda la armazón que sustenta este Arte, cuyo conocimiento es indispensable a los agricultores”. Teniendo en cuenta que han pasado casi siete siglos desde la publicación de esta obra fundamental del erudito andalusí, llama la atención que el conocimiento sobre la gestión eficiente del agua, del suelo, de la fertilización y del manejo agronómico siguen siendo los pilares en los que se basa el Modelo Almería y sobre los que investigamos día a día en la gran casa del conocimiento de nuestra provincia, la Universidad de Almería.

Producir más con menos

En efecto, en la Universidad de Almería trabajamos en más de doscientos proyectos de investigación junto a los principales productores agrícolas, para aumentar la eficiencia de los insumos con el fin último de “producir más con menos”, aportando nuevas herramientas para garantizar la sostenibilidad del agrosistema de agricultura mediterránea, no solo en invernadero, sino también en campo abierto.

De este modo, podemos decir con seguridad que el Modelo Almería no podría existir si no fuera por el conocimiento que todos compartimos sobre él. Este conocimiento está fuertemente ligado a nuestro territorio, como ya apuntaba Ibn Luyun, y a la vez se encuentra en permanente evolución, como resultado natural de un ecosistema productivo tiene que adaptarse a los retos de una Bioeconomía altamente globalizada y sometida a numerosos retos medioambientales y socioeconómicos. Y sólo mediante el avance en este conocimiento podremos hacer frente a los ambiciosos retos propuestos en el Pacto Verde Europeo y en la Estrategia de la Granja a la Mesa: reducir un 50% el uso de los plaguicidas químicos y un 20% el uso de fertilizantes, así como reducir las pérdidas de nutrientes al suelo en al menos un 50%, todo ello antes de 2030.

La Universidad de Almería es en la actualidad referente de innovación a nivel internacional en un amplio espectro de áreas de conocimiento, entre las que destacan especialmente las Ciencias Agroalimentarias, en consonancia con los retos científicos que plantea nuestro entorno socioeconómico. A su vez, es por todos conocido que Almería se enfrenta a una doble presión competitiva formada por un lado por países productores de alta inversión tecnológica, y por otro lado por terceros países emergentes muy competitivos en coste. En este contexto, siempre he sostenido que sólo una I+D+i a la vanguardia del conocimiento, pero a la vez cercana a las necesidades de nuestro sector, podrá responder plenamente a los retos científicos y tecnológicos a los que nos enfrentamos en los próximos años.

Sin duda alguna, el almeriense Ibn Luyun representa la esencia del conocimiento universitario y del primer pilar de “lo nuestro”, el cultivo del conocimiento indisolublemente ligado a nuestro territorio para entregárselo a las siguientes generaciones, con el fin de que obtengan de él sus frutos y lo mejoren aún más para los que vienen detrás.

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