Homenaje

El amor, la vida, lo que necesitas recordar de las 'Trece noches' de Antonio Gala y Jesús Quintero

Antonio Gala en un acto cultural en Córdoba en el año 2001

Antonio Gala en un acto cultural en Córdoba en el año 2001 / Efe

La sublimación de los formatos de entrevistas intimistas de Jesús Quintero, hasta entonces con El perro verde en TVE, fueron las charlas cara a cara, y con mucha ironía y trascendencia, con Antonio Gala. convertidas en una serie de programas noctámbulos, Trece Noches, que se emitió en Canal Sur en 1991.

Eran diálogos de tal para cual, con la curiosidad profundad del onubense para solaz del escritor, cordobés por convicción y pasión, que recibía el guante a cada pregunta, a cada invitación a la reflexión.

Da para varios tomo y quedó reflejado en un libro esas Trece noches. Gala siempre fue uno de los invitados favoritos de Quintero, en el plazo de nueve meses se han sucedido los fallecimientos de dos andaluces que comunicaban como pocos y pensaban como nadie.

Una de las charlas de Jesús Quintero con Antonio Gala en 'Trece Noches' para Canal Sur

Estos son algunos de los brillantes fragmentos de Trece noches.

Sobre hablar solo, con uno mismo, respondía Gala...

-Gala: En España muchas veces hablar solo es la única manera de tener una conversación coherente.

La vulgaridad

-Quintero: ¿Soporta mejor a un hombre malvado que a un hombre vulgar?

-Gala: ¿Vulgar en el sentido peyorativo? Sí, entonces soporto mejor al malvado porque me parece que el malvado descansa de cuando en cuando. Pero el vulgar no descansa nunca

El corazón

-Quintero: ¿Dónde hay que tocar al ser humano para que espabile?

-Gala: Yo supongo que siempre en el corazón. El corazón es el motor de todo, el corazón es lo que mueve el sol y las demás estrellas, cómo no va a mover al hombre

Nuestras pesadillas

-Quintero: ¿Qué podemos hacer para liberarnos de todos nuestros monstruos?

-Gala: Yo creo que debe haber dos procedimientos.  Uno, es convertirse en unos de ellos, los monstruos tienen todos sus propias reglas. El otro es ser más fuerte que el otro. En ocasiones los monstruos son uno mismo y entonces no hay más solución que aprender a convivir con nuestros monstruos.

Sobre su padre

-Quintero: ¿Cuál fue el día más triste de su vida?

-Gala: Fue un día que preferiría no recordar, en el que me enteré cuando ya era tarde, porque ya no me oía, que yo había sido el hijo predilecto de mi padre.

Sobre sí mismo

-Quintero: ¿Cuando está ante el espejo, qué ve?

-Gala: Una porquería.

La inteligencia

-Quintero: ¿Qué es lo más inteligente que se puede hacer en esta vida?

-Gala: Yo le diría que irse a  una playa, pero en el fondo de verdad tengo que decirle que inteligencia es salir de esta especie de laberinto donde estamos metidos en una una vida que no es la nuestra, que es una organización que necesita esclavos para seguir manteniendo esa organización que necesita esclavos. Una inteligencia que no nos ayude a vivir no creo que le sirve para nada a nadie

La diferencia entre "gustar", "querer" y "amar"

-Gala: el flechazo es un puro impulso, es casi un empujón. El verbo que yo aplicaría es el de gustar, pero eso puede suceder en la calle. Entramos en la casa, y nos vamos a otro local, que es ya un dormitorio y ahí se produce el enamoramiento, que es la segunda fase. Ahí interviene la voluntad como sentimiento, una voluntad un poco maniatada, un poco amordazada. porque el ser es está alterado, está enajenado, es decir, está vendido. Se produce otra subida, a la casa común, que es el verdadero amor. El estado de amor es como un cuarto de estar en que ya la voluntad interviene de una manera decidida y libre. Se produce la convivencia y se produce ese trabajo del que hablábamos: hay quien sube toda la escalera y hay quien se queda en un rellano. Me parece que es el proceso, primero "me gustas", luego "te quiero" y por fin, "te amo"-

-Quintero: ¿Cree usted en un amor para toda la vida honor?

-Gala: Para toda la vida de otros sí, para toda la vida mía, no.

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