Un adiós de comedia

Así fue el funeral de María Teresa Campos

Bigote y Carmen Borrego, dos de los asistentes al 'funeral' de María Teresa Campos

Bigote y Carmen Borrego, dos de los asistentes al 'funeral' de María Teresa Campos / Movistar

Con motivo de la muerte de la periodista malagueña María Teresa Campos, recuperamos esta información sobre el programa 'El cielo puede esperar' en el que la propia Campos se enfrentaba a su futuro funeral.

"Una vez un amigo me dijo: María Teresa (Campos) es el cruce perfecto entre una inspectora de Hacienda, y tu profesora de zumba", lo dijo un medio tocayo, Manuel Campo Vidal, fue una de las grandes frases del funeral de María Teresa Campos retransmitido en la noche del lunes por #0 de Movistar +. También fue aludido Paolo Vasile, que durante años se cobró los enfados en directo de Teresa cuando cambió Telecinco por Antena 3. "Se lo cobró de sobra", admitió la 'fallecida'.

Jaime Peñafiel recordó que estuvo muy enamorado de ella y su hija Carmen Borrego ("la hija de María Teresa, Terelu no, la otra"), tan sufrida de los cabreos de mico que se montaba Teresita al acabar sus programas, la evocó con aquellas  broncas que recibía por haber bajado una décima. En sus tiempos de esplendor Campos de España no sabía la que se le venía encima y cuesta abajo. Ahora quiere tener un programa en Canal Sur, que conste, como proclaman los medios de Madrid, tan de Teresa, pero qué va, ni se ha reunido aún con lo s de la casa de San Juan.

Pero a lo que íbamos, que este lunes fue el funeral de María Teresa Campos, pero no, que era un funeral de mentirijillas. Hay que tener empaque para aguantar las loas y ver por un agujerito, por el cielo de comedia que montan en este programa, para ver qué dicen de ti. Y todo fue de comedia. Y de momentos muy divertidos. Alberto Casado  subió al estrado diciendo que se sorprendía de la  noticia "¿esta mujer seguía viva?".

Todos esperaban al novio, a Edmundo, a Bigote, para que cantara y dijera su letanía. Qué tiempos. Esto se grabó antes de Navidad, cuando el chileno la mandó lejos por whatsapp.

En El cielo puede esperar los famosos se mueren por un rato. En este caso María Teresa palmaba haciendo parkour. La embarazada más embarazada, Toñi Moreno, lloraba en antena. Pero no hacía falta hacer teatrillo, lo hizo en la vida real por leer mal un titular tramposo con el que creyó que su Campos había dicho adiós.

Movistar lo tenía a punto de caramelo para el arranque. Y para el epílogo, el discurso de Bigote. El chileno admitió que como cómico en la vida real es soso y aburrido y que la dicharachera era su pareja, su más que amiga. La que le encataba los pasteles mientras él comía árboles (brócoli, como vino a aclarar la propia difunta). Sobre las palabras de Bigote más o menos tenemos que intuir que él ponía la presencia y ella la fiesta.

Y, por cierto, esta fue la reacción de Terelu a las palabras de Edmundo...

Sobre Peñafiel, como decíamos, la propia Teresa añadió que nunca se tomó en serio su declaración de amor. Por el programa pasaron otros amigos, como Elvira Lindo, que formó parte de los mejores tiempos del magacín de María Teresa en TVE, cuando la escritora gaditana formaba parte de la casa, y por parte de los analistas televisivos, Borja Terán, quien aclaró el papel importante que tuvo (y ya no lo podemos decir en presente ni en la vida real) la presentadora malagueña, nacida en Tetuán, y que ya amor encontró el estrellato televisivo haciendo buena compañía a la audiencia matinal.

Campos volvió después a la tierra, a seguir dando guerra. Ya le ajustará las cuentas al soso de Bigote.

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