Toros

El francés Andy Younes, primera salida a hombros del serial fallero valenciano

  • La feria abre con una novillada de López Gibaja de muy dispares resultados, desigual de hechuras y también de juego

primera de feria de fallas novillos: Seis de López Gibaja, muy desiguales de hechuras, con varios ejemplares cuajados y bien hechos frente a otros terciados o poco armónicos. Muy dispar su juego, destacando, para bien, el encastado cuarto, de excelentes embestidas, y para mal el quinto, manso NOVILLEROS: Jesús Chover media atravesada trasera y cuatro descabellos (palmas tras dos avisos); media trasera perpendicular (silencio) Varea pinchazo, otro hondo y estocada contraria (ovación tras aviso); pinchazo, media y cuatro descabellos (palmas) Andy Younes estocada contraria (oreja); pinchazo hondo (oreja). Salió a hombros INCIDENCIAS: Diego Valladar saludó tras banderillear al quinto. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de los atentados del 11-M de 2004 en Madrid. Un cuarto de entrada.

Valencia abrió la feria de la renovación, por el mayoritario anuncio de jóvenes toreros llamados a protagonizarla. Y ya el más joven de todos, un rubio y aniñado novillero francés, se encargó de justificar el calificativo abriendo la puerta grande.

Hubo de todo, Younes se llevó el lote de juego mediano de la muy desigual novillada, dos utreros con la raza justa pero suficientemente manejables para que el galo dejara ver su buena disposición.

Esa actitud positiva fue la que le llevó a llamar la atención tanto con el rajado tercero como con el sexto, que tuvo cortas embestidas, sin regatear esfuerzos en dos faenas de similar planteamiento, en tanto que, sin un criterio estético definido, amontonó y mezcló con ambos suertes y conceptos, desde el clasicismo más serio hasta los efectismos más aparatosos.

No hubo momentos especialmente brillantes en ninguno de los trasteos, pero el desparpajo con que Younes se manejó en la cara de los novillos, la contundente estocada con que acabó con el tercero y la generosidad del público al pedirle la oreja del último le bastaron para salir a hombros.

El lote realmente malo y de peor presentación fue el de Varea, que, aun así, dejó de manera aislada los detalles de mayor calidad, temple y gusto de la tarde con el rajado segundo novillo, que siempre se comportó a la defensiva.

Al excelente segundo de su lote lo desaprovechó Chover en una faena tan larga como falta de mando. Ya antes, el novillero valenciano también dilató en exceso su desigual empeño por someter al novillo áspero y protestón que abrió el festejo.

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