'La Mezquita del toreo’, último bastión en África

Toros

La plaza de toros de Melilla cumple 72 años

Plaza de toros de Melilla.
Plaza de toros de Melilla. / Archivo
Luis Nieto

03 de septiembre 2019 - 21:59

En el planeta de los toros –como definió Antonio Díaz Cañabate al conjunto de la Fiesta–, la plaza de Melilla, bautizada como 'La Mezquita del toreo' por el crítico taurino Gregorio Corrochano, es el último bastión en África. De estilo neobarroco, se inauguró oficialmente el 6 de septiembre de 1947 con un cartel compuesto inicialmente por Gitanillo de Triana, Manuel Rodríguez Manolete y Pepín Martín Vázquez. Un cartel que sufrió modificaciones, ya que Islero, de Miura, hería mortalmente a Manolete unos días antes, el 28 de agosto en Linares. Tampoco pudo torear Pepín Martín Vázquez, quedando en el cartel definitivo cuatro toreros: Domingo Ortega, Gitanillo de Triana, Luis Miguel Dominguín y Agustín Parra Parrita, quienes lidiaron ocho toros de Buendía-Santa Coloma.

El coso melillense, de segunda categoría, al que cuidan de manera esplendorosa, cuenta con un aforo de unos 8.000 espectadores y un ruedo de 50 metros. En la fachada, restaurada en varias ocasiones, predominan los colores blanco y ocre y en su interior destacan las gradas pintadas de blanco. Actualmente es el único con actividad taurina en el continente africano, donde entre otras plazas se contó con una decena hasta el siglo pasado, destacando entre otras por su actividad las de Ceuta, Mozambique, Orán y Tánger. En Melilla han actuado las máximas figuras de cada época.

Cabe señalar que antes de la inauguración oficial, en concreto el 8 de septiembre de 1946, aún sin finalizar las obras, se celebró una corrida con Pepe Luis Vázquez, Rafael Albaicín y Pepín Martín Vázquez, quienes lidiaron astados de Antonio Pérez de San Fernando. Y antes de La Mezquita del toreo hubo cuatro plazas en Melilla; la primera de ellas, en terrenos de La Alcazaba, que se inauguró en 1892.

Los toros, como sucedió ayer, en un espectáculo que arrojó un balance artístico importante, con la salida a hombros de Luis Miguel Encabo, David Fandila El Fandi y Sebastián Castella, inciden muy positivamente en la economía de la ciudad melillense.

Ficha de la corrida

Los diestros Luis Miguel Encabo, David Fandila 'El Fandi' y el francés Sebastián Castella abrieron hoy la Puerta Grande de 'La Mezquita del Toreo' de Melilla tras repartirse un total de ocho orejas y ofrecer un entretenida tarde de toros.

El mejor toreo de la función llevó la firma del veterano Luis Miguel Encabo, que ya se aseguró la Puerta Grande en su primero tras una faena de mucho sabor y torería. Otro trofeo más paseó el madrileño del cuarto, al que volvió a torear con muy buen gusto. En ambos protagonizó dos tercios de banderillas de alto nivel, el primero de ellos compartido con El Fandi.

Fandila también cedió un par de rehiletes a Encabo en su primero, toro con motor con el que el granadino desplegó toda su artillería en una faena que aunó variedad y mucha entrega. Cortó una oreja al faltarle mayor contundencia con la espada. Desorejó después al quinto por otra labor de alto voltaje en todos los tercios.

Castella cortó una orejita del manso, parado y muy deslucido tercero a cambio de una faena larga y porfiona; y otra más logró el francés del desclasado sexto con el que volvió a mostrarse muy dispuesto en pos del trofeo que le hacía falta para salir a hombros junto a sus compañeros.

Se lidiaron seis toros de Julio de la Puerta, de terciadas y parejas hechuras, abrochaditos y cómodos por delante, nobles y manejables en distintos grados, a excepción del muy deslucido tercero.

Luis Miguel Encabo, dos orejas y oreja.

David Fandila 'El Fandi', oreja y dos orejas.

Sebastián Castella, oreja y oreja.

Al finalizar el paseíllo sonaron los acordes del Himno Nacional.

La plaza registró dos tercios de entrada en los tendidos.

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