Toros

'La Mezquita del toreo’, último bastión en África

  • La plaza de toros de Melilla cumple 72 años

Plaza de toros de Melilla.

Plaza de toros de Melilla. / Archivo

En el planeta de los toros –como definió Antonio Díaz Cañabate al conjunto de la Fiesta–, la plaza de Melilla, bautizada como 'La Mezquita del toreo' por el crítico taurino Gregorio Corrochano, es el último bastión en África. De estilo neobarroco, se inauguró oficialmente el 6 de septiembre de 1947 con un cartel compuesto inicialmente por Gitanillo de Triana, Manuel Rodríguez Manolete y Pepín Martín Vázquez. Un cartel que sufrió modificaciones, ya que Islero, de Miura, hería mortalmente a Manolete unos días antes, el 28 de agosto en Linares. Tampoco pudo torear Pepín Martín Vázquez, quedando en el cartel definitivo cuatro toreros: Domingo Ortega, Gitanillo de Triana, Luis Miguel Dominguín y Agustín Parra Parrita, quienes lidiaron ocho toros de Buendía-Santa Coloma.

El coso melillense, de segunda categoría, al que cuidan de manera esplendorosa, cuenta con un aforo de unos 8.000 espectadores y un ruedo de 50 metros. En la fachada, restaurada en varias ocasiones, predominan los colores blanco y ocre y en su interior destacan las gradas pintadas de blanco. Actualmente es el único con actividad taurina en el continente africano, donde entre otras plazas se contó con una decena hasta el siglo pasado, destacando entre otras por su actividad las de Ceuta, Mozambique, Orán y Tánger. En Melilla han actuado las máximas figuras de cada época.

Cabe señalar que antes de la inauguración oficial, en concreto el 8 de septiembre de 1946, aún sin finalizar las obras, se celebró una corrida con Pepe Luis Vázquez, Rafael Albaicín y Pepín Martín Vázquez, quienes lidiaron astados de Antonio Pérez de San Fernando. Y antes de La Mezquita del toreo hubo cuatro plazas en Melilla; la primera de ellas, en terrenos de La Alcazaba, que se inauguró en 1892.

Los toros, como sucedió ayer, en un espectáculo que arrojó un balance artístico importante, con la salida a hombros de Luis Miguel Encabo, David Fandila El Fandi y Sebastián Castella, inciden muy positivamente en la economía de la ciudad melillense.

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