Triunfo de Joselito Adame, que corta dos orejas ante José Tomás
MONUMENTAL DE MÉXICO Ganadería: Se lidiaron tres toros de Fernando de la Mora, segundo, tercero y quinto, éste protestado y sustituido por uno de Xajay y tres de Los Encinos, de juego desigual. TOREROS: José Tomás, oreja protestada, ovación tras aviso y pitos tras aviso. Joselito Adame, ovación tras aviso, silencio y dos orejas. INCIDENCIAS: Monumental Plaza México. 16ª de la Temporada Grande. Lleno de agotado el boletaje.
El diestro mexicano Joselito Adame, que cortó dos orejas y salió por la Puerta Grande, superó al madrileño José Tomás, que obtuvo una oreja muy protestada, en el mano a mano que causó expectación a lo largo de tres meses y que al fin, la Monumental Plaza México, en esta decimosexta fecha de la temporada grande, alcanzó un lleno total y vivió un ambiente de auténtica gala durante todo el día. Desde muy temprano, al filo de las ocho de la mañana el máximo coso era un océano de gente que ya hacía cola para entrar.
Se protestó un toro de Fernando de la Mora y salió como sustituto un sobrero de Xajay, con menos presencia y que concluyó por restarle a José Tomás toda posibilidad de éxito.
Un torero de alto nivel lució sin el sitio que esperaba verle la gente. No pudo alcanzar altura y finalmente hasta la gente lo despidió un con una pitada generalizada. Así es el mundo del toro.
Joselito Adame se consolidó como la figura número uno actual de la torería mexicana. Dos orejas y pudieron ser más trofeos si hubiera estado más afinado con los aceros. Con toda honestidad lució más firme, más torero, con más templanza en su oficio que José Tomás.
Con lleno total, que hacía muchos años no se daba ese fenómeno, se lidiaron tres toros de Fernando de la Mora, un sobrero de Xajay y tres de Los Encinos.
José Tomás, que fue recibido con cariño con una ovación en el tercio junto con Adame, en el primero no alcanzó altura, a su trazo le faltó más ritmo, más suavidad en el engaño, más limpieza, uniformidad en el trazo. Mató de estocada ligeramente desprendida y hubo ligera petición de oreja que se otorgó de inmediato y provocó una protesta generaliza. José Tomás recibió el trofeo que entregó a su cuadrilla y ni vuelta dio al ruedo.
Con el tercero, tampoco logró el propósito sin limpieza en las series, aunque hubo destellos de su valía, pero estuvo pesado con la espada. Recibió ovación en el tercio sin fuerza alguna. El quinto protestado e inmediatamente sustituido por el de Xajay, con menos presencia y menos clase. Embestía con la cara a media altura y sin clase. Tomás intentó y mató de varios intentos y fue pitado.
Joselito Adame venía por todas y no escatimó esfuerzo. Bien en su primero con un trasteo bien estructurado con claridad en el trazo y firmeza al ejecutarlo. Bien de verdad, pero la espada lo echó todo a perder. Palmitas.
Repitió la dosis en el cuarto, luciendo bien y a base de estar ahí irse ganando al público que a él le negaba todo y a José Tomás le festejaba. Mal con la espada y hasta hizo general a la res con una estocada hilvanada muy fea.
Faltaba el sexto, el más toro del encierro y resultó el mejor con mucha nobleza, aunque le faltó un punto de fortaleza. Joselito lo bordó con el capote en verónicas y un quite de zapopinas. Y de ahí para arriba.
El mexicano realizó una faena muy bien estructurada con series estupendas sobre ambas manos y adornos en que le puso los muslos en los diamantes de los pitones de la res. La gente tuvo que entregarse ante esa actitud y la culminó con estocada y descabello. Joselito Adame cortó dos orejas y salió a hombros ya con un sitio ganado por méritos propios.
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