Chapín, sinónimo de sufrimiento
Xerez cd | real murcia · así se vivió el partido
El público vibró con la remontada del Deportivo y acabó rendido al fútbol preciosista del equipo de Esteban Vigo
Parafraseando al mítico 'Juanito', pero cambiando de escenario, el encuentro de ayer entre Xerez y Murcia podría tener un simple titular: 'Noventa minuti en Chapín sono molto longi'. Ocho goles, expulsiones, infinidad de ocasiones de gol, dos penaltis, errores, aciertos.... De cara al espectador no se puede pedir más, pero de cara al xerecista de pura cepa el partido fue un sinvivir, con final feliz eso sí, pero un tormento. Como ejemplo, las palabras de Rafa Verdú, presidente de honor, que al salir del palco fue contundente: "Van a acabar conmigo".
El fútbol es caprichoso y ya se sabe que por momentos puede encumbrar a un equipo o a un jugador y al tiempo condenarlo al ostracismo. Si no que se lo cuenten a Clemente, que se marchó al descanso con 0-2 sin comerlo ni beberlo. El fútbol es así, que dirían los clásicos, pero la realidad era diferente, el Xerez había dado un señor repaso al rival y veía cómo el marcador de Chapín reflejaba un 0-2.
Ni los más pesimistas, viendo el vendaval xerecista, auguraban un resultado así, entre otras cosas porque el Murcia se limitaba a defender y poco más. El gol de Montoro silenció el estadio y dejó cariacontecido al público, incrédulo de lo que había sucedido. Pero peor aún fue el autogol de Crespí. Ni el mejor puntillero de Las Ventas fue tan certero.
La tarde pintaba mal, pero la afición, acostumbrada últimamente a las hombradas, ni se inmutó. Siguió animando y al contrario que en otras ocasiones, nadie se movió de sus asientos.
Era cuestión de tiempo. Antoñito a puerta vacía reventó los primeros marcapasos. "¡Cómo se puede fallar eso! Nada, que hoy no marcamos ni sin portero", se oyó en la grada. Se esperaba lo peor y más teniendo aún en la memoria el partido ante el Córdoba.
Sin embargo, el curso del agua cambió, y como una cascada fueron llegando las alegrías. Primero con el penalti anotado por Momo, luego con el empate de Aythami y finalmente con la remontada de Bermejo. "Míralo, míralo, ya está mosqueado..." o "Clemente selección" pasó a ser el grito de la afición.
Cuando más felices se las prometía el público, nuevo palo. Esta vez con error de Chema que costó el empate. La desilusión, y las iras sobre el portero azulino, se desataron en las gradas. No obstante, todo fue un espejismo. Momo sacó el fusil y golazo por la escuadra con dedicación incluida a Chema. Detallazo. Sarmiento, ya al final, se ganó a la afición con una acción personal que acabó en penalti y que transformó Calle.
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