Goleada sin paliativos (4-1)

Conil y Xerez disputaban un encuentro intrascendente de cara a la clasificación, puesto que los primeros ya hicieron los deberes hace varias jornadas y los segundos suspendieron las materias para mantener la categoría hace un par de choques.

Con tal previsión comenzó un duelo que parecía ser descafeinado, pero que muy pronto los visitantes le pusieron un toque de gusto de cara al espectador, debido a que en la primera llegada el azulino Rubén anotó el primer tanto del encuentro, dejando sorprendidos a los locales, los cuales se esperaban un encuentro donde la propia inercia del rival les causará alegrías.

Ante tal circunstancia, no les quedó a los pupilos de Mere otra que ataviarse con el mono de trabajo con el fin de revertir la situación y ofrecerle a la parroquia la última alegría del curso. Para ello, ejercieron de anfitriones la línea medular local formada por Manzano­Nico, los cuales comenzaron a desarbolar todo intento visitante por encerrarse atrás y que el tiempo corriera a su favor. Ambos jugadores conileños provocaron mediante sus constantes cambios de orientación constantes situaciones en banda 2 contra 1 merced a las incorporaciones en ataque de los laterales conileños Joselito y Diego Ramírez. Tal situación no fue bien encajada por un rival cansado de pelear en una competición en la cual no se juega nada a nivel clasificatorio, y con ello el partido entró en un periodo de constantes interrupciones merced a las faltas realizadas por los azulinos, en especial Gonzalo, Juanito y Juanma, los cuales no supieron parar de otra forma a los extremos conileños Lucia y Crespo.

Dicho guión de encuentro provocó lo irremediable en dos aspectos. El primero es el que nunca se quiere ver sobre el césped, puesto que se produjeron constantes encaramientos entre jugadores de ambos conjuntos merced a la interpretación de los locales de juego sucio de su rival, lo cual no llegaban a comprender al tratarse de un encuentro sin trascendencia. El segundo aspecto, las primeras llegadas locales mediante disparos cruzados de Lucia y Willy, ambos desviados de la meta defendida por Miguel.

Pero, y como dice el refrán, el ‘que la sigue la consigue’ y el conjunto jandeño encontró premio a su buen hacer futbolístico mediante el tanto del empate obra de Brahim, hasta entonces inadvertido, aunque acabó siendo el gran protagonista del mismo.

El tanto del empate provocó que la agresividad empleada por los visitantes aumentará debido a la sensación de impotencia existente sobre el césped, puesto que una vez los amarillos impusieron un ritmo adecuado de competición no encontraron respuesta a nivel futbolístico del rival. Con ello fue inevitable que el visitante Juanma abandonará el verde antes de concluir el primer acto, merced a que el colegiado del encuentro le amonestó con la segunda amarilla tras advertirle en diversas ocasiones que en caso de persistir tal conducta antirreglamentaria no le quedaría otra opción que expulsarle. Dicha acción marcó el desarrollo del encuentro, a pesar de que los jerezanos mediante un cabezazo a balón parado de Lucas pudieran marcharse a la caseta con ventaja en el marcador.

Con tal panorama se marchaban a los vestuarios un Conil convencido de aprovechar la superioridad numérica y sentenciar el encuentro y un Xerez con las vistas más puestas en el colegiado del encuentro que en cómo plantear con inferioridad los segundos cuarenta y cinco minutos.

El segundo tiempo no pudo comenzar de otra forma que con un Conil que salió mucho más enchufado que en la primera mitad y terminó en el primer cuarto de hora de segunda mitad cerrando el encuentro mediante dos nuevos tantos del delantero conileño Brahim, que tuvo acabó mandando todo lo que tuvo al fondo de la red de la meta defendida por el visitante Miguel, el cual no estuvo muy acertado en ninguno de los dos tantos. Ni el cambio introducido en el descanso por Higuera, el cual sustituyó al extremo David para otorgar consistencia al medio campo con la entrada del mediocentro Jesús, pudo provocar que los azulinos reaccionaran.

La última media hora de encuentro fue aprovechada por el técnico local Mere para otorgar minutos a los menos habituales y para que jugadores como Crespo, Diego Ramírez o Willy sintieran el apoyo de la afición mediante ovación a cada uno de ellos. Dichos futbolistas pusieron en constantes quebraderos de cabeza a la zaga xerecista mediante internadas por banda del lateral y desbordes por dentro de los habilidosos Crespo y Willy. El choque se había convertido en lo que pretendían los locales, una fiesta para su hinchada y una frustración para los visitantes, los cuales tan solo se encomendaban a que el colegiado diera por finalizado el encuentro.

Pero antes de ocurrir tal circunstancia, los conileños gozaron de sendas ocasiones a balón parado por parte de Samuel y Joaqui, los cuales estuvieron cerca de redondear el buen hacer conileño ante la imposibilidad de la zaga visitante para responder a los marcajes. Los visitantes apenas intimidaron dada la situación de inferioridad y a la circunstancia de que el técnico retirara al ariete Morlán para dar entrada a Javi, el cual nada pudo hacer en ataque ante la solidez mostrada por los centrales conileños Joaqui y Samuel.

Para redondear el festival jandeño, nuevamente Brahim anotó el que sería su cuarto gol del mediodía, con lo que se convertía en la figura del partido. A un delantero se le pide efectividad y Brahim la llevó a la máxima expresión de la palabra. Dicho tanto no sentó bien a los visitantes ante ciertas actitudes de mofa de los locales, lo cual provocó que Rodríguez Varela llegará a amonestar a varios futbolistas e incluso perdonando alguna expulsión.

En definitiva, merecida victoria para los de Mere gracias al buen juego desplegado sobre el Pérez Ureba y a la pobre actitud mostrada por los de Paco Higuera, a los cuales se les notó durante el partido estar con la cabeza más en asuntos extradeportivos que en lo que acontece sobre el terreno de juego. Los conileños se encuentran muy cerca de cerrar la mejor clasificación de su historia en la categoría y los xerecistas ante el infierno de competir la próxima temporada en la Primera Andaluza, algo insólito para un equipo de tal renombre.