Imagen esperanzadora (0-1)
El Deportivo cae ante el Málaga en la XXI edición del Trofeo de La Vendimia pero deja buenas sensaciones, sobre todo en la primera parte · La afición despide a Moreno con todos los honores
La segunda puesta en escena del nuevo Xerez de Merino, esta vez ante un equipo de primer nivel, dejó motivos para la esperanza, entre otras cosas porque la propuesta futbolística del técnico linense se diferencia bastante de la que pretendía el anterior entrenador. Y es que este Deportivo es un equipo atrevido, que presiona siempre la salida de balón del contrario, que no tiene miedo a adelantar la línea , que apuesta por el fútbol de toque y vertical, y más aún, que muerde, porque Merino no perdona una.
Quizás esto último, el hecho de no tener un patrón claro de juego y de ofrecer una imagen ambigua cabreó a más de un xerecista el año pasado, una circunstancia que, de momento, no la hemos visto en el Xerez en estos dos amistosos jugados. Puede ser pronto aún para valorar muchas otras cosas, pero lo cierto es que Merino tiene las ideas muy claras y esa claridad parece haber calado pronto en sus jugadores, algo que quedó patente ayer.
Como ya anunció hace unas semanas, el entrenador azulino alineó a dos equipos, uno mucho más parecido al que comenzará la Liga a final de agosto, y otro en el que los chavales de la cantera tuvieron cabida.
De todos, como ocurriera hace unos días en La Juventud, sobresalieron detalles, a veces en las botas de los nuevos, como Íñigo Vélez, Raúl Cámara e Israel, y otras tantas en las botas de los 'recuperados' José Vega y Gerard Autet.
Aunque la victoria cayó finalmente del lado malaguista, que al contrario que el Xerez optó por dar minutos a sus jugadores, las sensaciones que deja el cuadro azulino ante un rival potente son buenas, sobre todo porque los mecanismos que pretende Merino parecen haber sido absorbidos con entusiasmo por el plantel.
El partido en sí, como ocurrió el pasado martes ante el combinado de la Asociación de Clubes de Fútbol Base, tuvo dos partes diferenciadas. Esta vez la mejor versión llegó en la primera parte, con un Xerez bien asentado, serio en defensa y que contragolpeó con peligro por bandas, donde Israel, especialmente participativo, Raúl Cámara, Mendoza y José Vega creaban peligro en cada una de sus aproximaciones.
Con poco ritmo, algo normal a estas alturas de temporada, el Málaga intentaba llevar el peso de la posesión, y las continuas incursiones de Joaquín, Buonanotte y Van Nistelrooy se topaban que ha ganado en velocidad con la llegada de Raúl Cámara.
En cambio, la primera ocasión fue para el Xerez pasado el primer cuarto de hora. Israel cedió a Íñigo Vélez pero el vitoriano, ante la salida de Rubén, no pudo elevar el balón con eficacia.
Más clara aún resultó la segunda aproximación xerecista, esta vez a balón parado. José Vega botó un córner, Íñigo peinó al segundo palo y Tato remató en boca de gol. Rubén atajó en la misma línea de gol.
La única llegada con peligro del Málaga la protagonizó el argentino Diego Buonanotte. El mediapunta enganchó un balón suelto en la frontal, le pegó con rosca buscando el ángulo pero allí apareció Chema para despejar a córner en bonita estirada.
La buena imagen ofrecida en la primera parte invitaba al optimismo, sobre todo al comprobar cómo Óscar Díaz estuvo a punto de inaugurar el marcador nada más sacar. El madrileño robó la cartera a Rubén, que se confió al golpear el esférico, pero tras ganarle la posición no pudo batirle.
Fue sin duda la aproximación más interesante del Xerez en toda la segunda parte. Y es que Merino alineó a un completamente distinto en la segunda mitad, todo lo contrario que su rival, que mantuvo a sus mismos hombres. Este hecho pesó a los locales, que tardaron al menos diez minutos en asentarse, una circunstancia que aprovechó el Málaga para adelantarse en el marcador. Corría el minuto 51 cuando Apoño entregó a Samu y éste, de buen derechazo, batió por bajo a Toni.
Al contrario que en la primera parte, a los locales les faltó fluidez en mediocampo (pese a los intentos de Capi) y mantener algo más la posesión. Sus intentos se toparon una y otra vez con una sólida defensa malaguista y con un Toulalan que estuvo en todas. El bagaje de ambos equipos fue casi nulo, lo único salvable un disparo alto de Óscar y un centro de Duda en el último minuto al que no llegó por poco el uruguayo Seba Fernández.
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