Un Lugo de lo más xerecista
Retorno deseado De Coz, Héctor Font y Óscar Díaz regresan el domingo a Chapín con la camiseta del cuadro gallego Unánimes Ninguno olvida su paso por el Deportivo y admiten que les hace "ilusión volver"
Un Lugo de lo más xerecista es el próximo rival del Deportivo en Chapín el domingo. David de Coz, Héctor Font y Óscar Díaz regresarán al Municipal para enfrentar a sus excompañeros.
El lateral derecho, por su larga trayectoria en Segunda, visitará la que fue su casa por tercera vez. Con anterioridad lo hizo con el Murcia y el Córdoba pero tanto el centrocampista como el mediapunta pisarán el césped por primera vez desde que se marcharon.
De Coz, que el año pasado militó en el Cádiz, se muestra encantado con su nueva etapa porque "Lugo es una ciudad pequeña y acogedora, mi familia se ha adaptado bien y a nivel deportivo a mí todo me está saliendo bien. Me siento feliz porque aquí me han dado la oportunidad de regresar a Segunda División, que no tiene nada que ver con la Segunda B, es un premio, estoy volviendo a disfrutar del fútbol. A nivel colectivo, nuestro arranque de Liga está siendo positivo. Lo peor que llevo es estar a mil kilómetros de mi casa".
En cuanto a la marcha del conjunto gallego en la Liga, apunta que "en casa estamos disfrutando, la gente está volcada porque hacia muchos años que el equipo no estaba en Segunda y es agradecida. Además, nuestra propuesta de juego es muy vistosa".
Al Xerez le sigue y explica que "esta temporada no he podido ver muchos partidos porque no se los han televisado pero creo que tiene buen equipo, que saldrá de la parte baja. El triunfo en Ponferrada les habrá dado vida y nos van a poner las cosas muy difíciles".
De su paso por la entidad azulina guarda excelentes recuerdos, ya que "me abrió las puertas del fútbol profesional, yo venía de Segunda B. Parece que fue ayer y hace ya bastante. No puedo olvidar aquella etapa. A mí encanta Jerez, tengo casa allí, el año pasado vivía allí y podía disfrutar de la ciudad".
Héctor Font defendió la camiseta del Xerez hace tres temporadas cedido por el Valladolid y estuvo a las órdenes de Javi López. La suerte no le ha sonreído en sus últimas etapas pero en el Lugo está viendo la luz al final del túnel. El centrocampista se rompió un brazo en el último partido que disputó con el cuadro azulino, regresó a Valladolid, recaló en el Recreativo, las cosas no le salieron bien y se tuvo que marchar en el mercado de invierno al Cartagena, equipo que terminó descendiendo.
En verano, recaló en Lugo. "Aquí he recuperado la ilusión. Estoy muy contento porque estoy teniendo muchos minutos, estamos haciendo un juego muy vistoso y para ser un recién ascendido hemos comenzado bien la temporada. La filosofía del entrenador me gusta y las cosas marchan perfectas tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Jugamos alegre, intentamos llevar la iniciativa tanto en casa como fuera".
Font no olvida su paso por el Deportivo y recuerda que "el año pasado no tuve la oportunidad de enfrentarme a mis excompañeros. En Huelva no jugaba y en el Cartagena estaba sancionado y me perdí el partido de allí, que fue un miércoles y que terminó en empate. Tengo muchas ganas de volver porque guardo muy buenos recuerdos de mi pasado por allí, aún me quedan buenos amigos. Me hace ilusión volver a jugar en Chapín".
El inicio liguero del Xerez no se lo esperaba porque "tienen una buena plantilla pero la categoría está muy igualada y la temporada es muy larga. Aquí ganas dos partidos seguidos y estás arriba y los pierdes y te complicas la vida. Ya está más que demostrado que lo que cuenta en Segunda son las segundas vueltas. No hay que ponerse nervioso tan pronto, hay que tener paciencia".
Bajo su punto de vista, el encuentro del domingo será "abierto y entretenido. Nosotros jugamos y a ellos también les gusta jugar. Nos van a poner las cosas complicadas seguro porque el triunfo en Ponferrada les habrá dado muchísima tranquilidad".
De los tres exxerecistas que regresarán el domingo a Chapín, Óscar Díaz es el que hace menos tiempo que abandonó la disciplina azulina y es uno de los jugadores que más ha caló en la afición por su forma de jugar. De la mano de Javi López rindió a un buen nivel pero la pasada campaña no tuvo continuidad con Merino ni Moreno y en el mercado de invierno se marchó al Girona.
Genio y figura, Quique Setién está siendo capaz de sacar lo mejor de Óscar. Juega arriba, lleva cuatro goles y ha recuperado la velocidad y la chispa que en el Xerez le faltó en algunos momentos por la falta de confianza.
El madrileño no oculta que el domingo cuando vuelva a pisar el césped de Chapín sentirá una sensación "rara porque yo estaba muy a gusto en Jerez y mi familia, también. Allí fui muy feliz. La primera temporada las cosas me salieron bien pero el año pasado, no. Creo que pude haber demostrado muchas más cosas y es algo que tengo pendiente. Me marché algo triste, la verdad".
Ahora, en el Lugo "todo me está saliendo perfecto. El equipo ha empezado bien, tenemos buenos jugadores y plantamos cara a todos los rivales. Hasta el momento, sólo hemos hecho un partido malo, el que perdimos en Huelva con el Recre. En el resto de encuentros, hemos realizado un juego notable y hemos sido muy competitivos. El estilo de juego del míster me gusta, me siento cómodo y llevo ya cuatro goles".
Y por eso, el domingo apuesta por "un buen partido, vistoso, abierto y entretenido. Ellos tienen gente muy buena y rápida en ataque, como Maldonado, José Vega, Tato o Álvaro Rey y eso que además están lesionados Íñigo y José Mari. De todos modos, si nos salen bien las cosas podemos darles muchos problemas".
Lleva cuatro goles y si 'moja' en Chapín tiene claro que "lo celebraré. Los goles son sagrados y si yo no celebrara los goles que le marco a mis exequipos no celebraba ninguno porque ya he pasado por un montón de sitios. Guardo un cariño especial al Xerez pero ahora el club que me paga es el Lugo".
También recuerda gratamente el trato "de la afición. La de aquí es diferente. Aquí hacia mucho tiempo que el equipo no estaba en Segunda y está entregada y eso ayuda al jugador, te da vida. Si las cosas no te salen, te anima más todavía y yo recuerdo que en Chapín nos pitaba al cuarto de hora si no lo hacíamos bien y esto también afecta, aunque el que paga tiene derecho a todo. La forma de ver las cosas es distinta. Es como si vas a la oficina a trabajar y el jefe te grita por todo".
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