Antonio Millán, flamante presidente del Xerez, no tuvo el estreno deseado en Tenerife. El mandatario azulino salió a cenar con unos amigos el pasado jueves por la noche y se puso enfermo. Alguno de los alimentos que ingirió no le sentó bien y ayer estuvo con un proceso infeccioso y fiebre. De hecho, no pudo acudir al tradicional almuerzo entre consejeros y tuvo que ser Rafael Verdú, presidente de honor azulino, el que representase a la entidad en este primer desplazamiento oficial de Millán.
Por la tarde y poco antes del encuentro, Fabián Belmonte, médico de la plantilla azulina, le trasladó hasta un centro hospitalario al comprobar que no mejoraba, le examinaron durante un largo rato, no le ingresaron y regresó con el doctor xerecista al hotel pero no pudo presenciar el partido desde el palco como a él le hubiese gustado.
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