Xerez-Cartagena

Vuelve el orgullo perdido (3-0)

  • El conjunto azulino golea fácil al colista, toma oxígeno y suma en Chapín los tres puntos 75 días después. Los xerecista recuperan las buenas sensaciones y Moreno debe decidir si sigue.

¡Qué bonita es la Navidad! 75 días después la alegría volvió a Chapín y el orgullo que los jugadores le habían robado a la afición con sus últimas actuaciones como locales regresó al estadio en la mayor de sus dimensiones.

El Xerez toma oxígeno -de haber pedido a estas horas estaría en puestos de descenso-, perdona una auténtica goleada y hunde más al colista Cartagena, que ofreció una pobre imagen y demostró los motivos por los que se encuentra en el sótano de la clasificación.

Los azulinos sumaron su segundo triunfo de la temporada en casa y Vicente Moreno logró derrotar al que fue la pasada campaña su entrenador. Se convirtió en alumno aventajado y ahora debe decidir si sigue en el banquillo.

Durante la semana, desde todos los estamentos del club se había pedido el apoyo de la afición para este encuentro, los seguidores faltaron a la cita -el estadio registró la peor entrada de lo que va de temporada- pero los que acudieron al campo estuvieron con sus futbolistas antes, durante y después del choque y disfrutaron como pocas veces. Es más, de no haber pedido ayuda, seguro que la hubiesen recibido. Cuando los jugadores se entregan, presionan, corren, lo intentan y se lo dejan todo sobre el terreno de juego, pocas aficiones son tan agradecidas como la azulina, acostumbrada a poco durante mucho tiempo.

Vicente Moreno guardó su once durante toda la semana y final sólo realizó tres cambios, dos obligados y otro por decisión técnica. Bruno Herero tuvo que ocupar la plaza del lesionado Cordero en el centro del campo e Íñigo Vélez salió en punta en lugar del sancionado José Mari.

En la banda derecha, el técnico azulino apostó por Alejandro Campano, que en Villareal ya jugó de interior y cumplió con nota, dejando a Óscar Díaz en el banquillo, lo mismo que le sucedió a Robusté porque el centro de la zaga fue nuevamente para David Lombán y Gerard Autet.

Con esos hombres y el mismo dispositivo táctico de la pasada jornada, el Xerez entró en el partido enchufadísimo, con ganas de agradar y de comerse literalmente al rival y sólo necesitó ocho minutos para hacer sangre a un colista cogido con pinzas y tremendamente tenso e impreciso.

Capi, sublime durante los noventa minutos, abrió la lata muy pronto tras una jugada de Íñigo Vélez y precisamente el ex bético perdonó el 2-0 al cuarto de hora con un tiro cruzado que despejó Reina.

La cascada de oportunidades para los azulinos no paró ahí. Capdevila, muy activo durante todo el primer tiempo, también pudo abrir brecha en el marcador pero el segundo tanto no llegó porque el balón se estrelló en el larguero, lo mismo que un lanzamiento de Jesús Mendoza pocos minutos después. Hasta la media hora no subió el 2-0 al marcador. Íñigo Vélez remachó un centro fuerte y abajo de Capdevila.

A partir de ese momento, desapareció el cuadro departamental, muy perdido, sin juego y sin profundidad, y las ocasiones se multiplicaron pero los azulinos volvieron a mostrarse fallones ante la meta contraria, precisamente algo que les ha conducido a la situación en la que se encuentran en la tabla. Íñigo Vélez y Campano erraron con todo a favor ante la desesperación de la grada.

A Javi López en el descanso le dio un ataque de entrenador y entró al segundo tiempo con los tres cambios realizados. Dimas, Marc Fernández y Goiria se quedaron en la caseta para que entraran Lafuente, Chamorro y Maldonado. Las variantes ayudaron un poquito al cuadro murciano a tener más de presencia arriba y a controlar durante algunos minutos algo más el juego ante el pasito atrás de un Deportivo cansado.

De hecho, rozó el tanto en el minuto 72 con un buen lanzamiento de Álvaro Antón que se marchó por encima del larguero. Pero el gran problema de este equipo es el gol. Estaba claro que en Chapín no mojaría ni disputando cuatro partidos seguidos.

Pero el Xerez quería marcharse de vacaciones con una victoria y ofreciendo a su parroquia una alegría importante. En el minuto 74, Íñigo Vélez dio la puntilla al farolillo rojo de la categoría. El ariete vitoriano anotó un gol de ratonero y de buena colocación, al recoger un balón suelto en el área pequeña que Abraham Paz entregó mal a Reina.

Las relaciones que hasta hace poco parecían imposibles entre la grada de Chapín y el equipo por la desconfianza que generaba el juego azulino pasaron a mejor vida. Esta vez, el Deportivo ofreció uno de sus mejores encuentros como local y demostró fidelidad a los colores con entrega, buen juego a ráfagas y, sobre todo, goles.

Ficha técnica: 

3 - Xerez: Toni Doblas, Campano, Mendoza, Lombán, Bruno Herrero (Oscar Díaz, m. 51), Iñigo Vélez (Tato, m. 83), Capi, Gerard Autet (Robusté, m. 64), Rueda, Capdevila y Raúl Cámara. 

0 - Cartagena: Reina, Txiki, Mariano Sánchez, Chus Herrero, Goiria (Maldonado, m.46), Dimas (Lafuente, m. 46), Collantes, Alvaro, Marc Fernández (Chamorro, m. 46), Kijera y Abraham Paz. 

Goles: 1-0, m. 7, Capi; 2-0, m. 29; Iñigo Vélez; 3-0, m. 74, Iñigo Vélez. 

Arbitro: Piñeiro Crespo (c.asturiano). Amonestó a los locales Bruno y Capdevila; y a los visitantes Dimas, Abraham Paz y Txiki. 

Incidencias: Partido disputado en el estadio municipal de Chapín ante 5.641 espectadores.

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