Antonio Millán no es un presidente al uso y su perfil no se corresponde para nada con el de máximo dirigente de una entidad. Pero sí tiene en común con la mayoría de ellos la confianza en sacar a su club adelante. Con las ideas muy claras y fiel a ellas, sueña con la firma del convenio con los acreedores, con un Xerez grande, con solucionar el problemas de los antiguos consejeros con la Tesorería General de la Seguridad Social, con una ciudad deportiva y con una cantera que pueda dar frutos. Por si fuera poco, lanza un mensaje de optimismo a la afición y apuesta por jugar el play-off.

-¿Cómo están siendo para usted estas primeras semanas en el cargo?

-Me queda una gran periodo de adaptación porque cuando se llega a una empresa importante, lo primero que hay que hacer es recabar la máxima información y a mí aún me está llegando. Hay tres partes en un club de fútbol, la económica, la institucional y la deportiva. Nosotros sólo tenemos competencia en la parte institucional, aunque queremos hacer otras aportaciones. La información que tengo es la esperada porque he estado ahí. En el tema económico ni he entrado, no sé cómo está todavía pero el objetivo es cumplir con el presupuesto.

-¿Es de imaginar que los administradores tienen ese aspecto totalmente controlado?

-Los administradores están llevando el tema extraordinariamente bien, lo que sucede es que el concurso no se puede tomar como una situación definitiva. No se puede perder de vista la situación de la entidad, hay que tener en cuenta que en seis o siete meses, o el concurso va al convenio o el club desaparecería. No se puede pretender que el club  vaya a estar siempre con las funciones suspendidas o intervenido en el concurso. Esto es una situación excepcional que debe reconducir a la normalidad. Lo ideal es que el club tenga un consejo con las facultades dispositivas, representativas y de gestión.

-¿Confía plenamente en los administradores?

-Totalmente. Con ellos tengo reuniones casi diarias porque somos compañeros, raro es el día que no hablo con ellos, la sintonía es total. Además, y no me importa reconocerlo públicamente, a Antonio Del Puerto me une una estrecha y verdadera amistad desde hace años.  Ellos están desarrollando una buena actuación, no he oído críticas. Las criticas les llegaron por parte de personas a las que les hubiese gustado que se le exigiesen responsabilidades a antiguos dirigentes de la entidad y ese no es su trabajo. Su gestión es sencillamente impecable en todos los aspectos, aunque hay puntos en los que podemos discrepar.

-¿Qué prioridades se ha marcado a corto plazo?

-La clarificación del tema accionarial es muy importante. De todos modos, mi principal reto, y me he comprometido a ello, es tratar de resolver la situación de los anteriores consejeros que están sometidos a un expediente derivación de la Tesorería General de la Seguridad Social. Es un tema que me preocupa enormemente y tenemos que buscar una solución, aunque es dificilísimo. Para la Tesorería cualquier solución pasa porque se garantice un posible aplazamiento de la deuda y el Xerez es complicado que ofrezca esa garantía en su situación. Habrá que buscar fórmulas y si es necesario hasta se lo debemos plantear a la jueza de lo Mercantil  para que ella vea la  posibilidad de buscar una solución. Me he sentado con esas personas en el consejo y les tengo mucho aprecio y cariño, eso hay que solucionarlo.

-Dejando ese complicado tema al margen, ¿qué otros objetivos se ha planteado?

-Quiero que el club esté más conectado al Consejo Superior de Deportes, a la Liga y a la Federación, el club nunca ha sido asambleista y 30 de los 42 equipos de Primera y Segunda lo son. La institucionalización del club es un reto para mí hacerlo si me dejan y me he animado porque he sentido el apoyo de todos.

-¿Podría explicar qué significado tiene la frase de si me dejan?

-Existe un consejo en el que hay sensibilidades distintas, hay un propietario del club y están los administradores. Yo tengo una hoja de ruta y espero que vaya saliendo adelante. Si en algún momento propongo medidas y no se me aceptan, no es que me vaya a ir del consejo, seguiré siendo consejero pero le propondré el cargo a otra persona que esté más apoya para que asuma los destinos del club y la responsabilidad que le corresponde al presidente. Yo asumo mi responsabilidad pero no la puedo asumir si mi programa no sale adelante. Es como si en política un equipo de gobierno presenta un presupuesto y se lo rechazan. Yo tengo una buena sintonía con todos los consejeros. Lo del otro día con la propuesta de Juan Carlos González, presidente de la Fundación, fue un accidente y algo poco hablado. Fue una decisión democrática y ya está, soy el primero que la asume y si otro día creo que tengo mayoría, la volveré a presentar para sacar adelante.

-¿Es optimista de cara a la firma del convenio de acreedores?

-Soy optimista, si no lo fuese estaría acongojado porque la alternativa es la desaparición del club. Se va a firmar y me baso en que hasta ahora, ningún club se ha quedado a mitad de camino, no vamos a ser nosotros los primeros. Además, hay un remanente de dinero de Primera y con eso y el esfuerzo que hagan los acreedores, que lo harán, lo podemos conseguir. Hacienda y Seguridad Social también lo deben hacer. Luego, queda lo complicado, cumplir ese convenio durante cinco, seis años o durante el tiempo que se establezca.

-¿Qué le parece la decisión que ha tomado Joaquín Morales de devolver parte de las acciones de Comujesa?

-Eso es la historia interminable y hace muy bien, actúa con buen criterio porque esas acciones de quedárselas tendría que pagar 700.000 euros por ellas y con las últimas ampliaciones de capital no tienen ese valor. Es lógico que lo haga, irán al Ayuntamiento y luego a la Fundación.

-¿Qué hay de cierto en las intenciones de venta de Morales?

-Ya lo he dicho, pienso que Morales no va a volver por Jerez y eso se basa en apreciaciones mías. Cuando lo venda, todos tenemos que estar alerta para ver a quién se lo vende porque la persona que llegue lo primero que tendría que hacer es una ampliación de capital con dinero efectivo para refinanciarlo todo. Lo que tenemos que evitar es que vengan personas sin solvencia, que vengan a aumentar los problemas en lugar de a solucionarlos. Yo se lo he dicho a Morales, a la alcaldesa y a personas allegadas al Ayuntamiento, ellos tienen la llave. Nadie va a comprar el club si no tienen su apoyo porque de ellos son las instalaciones que debe utilizar la entidad. El Ayuntamiento debe ser tremendamente cuidadoso y debe asegurarse las garantías suficientes para que la persona que llegue no cree problemas.

-¿Es factible ahora mismo la venta del club?

-En la época en la que vivimos para nada, estamos en crisis y la construcción no es lo que era antes. Este tema hay que tomarlo con tranquilidad, a corto plazo el objetivo es la firma del convenio y cuando el club lo tenga, ya llegarán novios de categoría. También puede ser que gente de Jerez sea la que opte por dar el paso adelante. Rafael Mateos siempre me ha hablado de su apuesta, tiene una serie de posibilidades para intentar que el club se quede en Jerez y en manos de xerecistas.

-Xerez y Ayuntamiento, bajo su punto de vista, deben ir de la mano, ¿para cuándo el convenio?

-Estoy pendiente de una reunión con la alcaldesa, el convenio que estamos a punto de firmar es el de la Fundación. El convenio tiene también trascendencia económica y ahí tienen que ver los administradores.

-¿Cómo se imagina al Xerez en un futuro no muy lejano?

-Me lo quiero imaginar como un club de categoría, de Primera División, aunque juguemos ocasionalmente en Segunda, con una ciudad deportiva, con una cantera importante, que tenga incluso sus divisiones de otros deportes como fútbol femenino, balonmano o baloncesto. Así me gustaría imaginármelo. De todos modos, ahora no se pueden hacer planes a muy largo plazo, esos planes habrá que hacerlos una vez que esté firmado el convenio.

-¿Realmente confía en la construcción de la ciudad deportiva?

-Sí. No sé si al final tendremos la que nos han presentado u otra, pero la tendremos porque Jerez la necesita. Uno de los primeros problemas que me han planteado los técnicos de la cantera cuando hemos llegado son las grandes dificultades que tienen para entrenar los más pequeños. Esa situación no es sostenible porque así nunca vamos a tener medios ni una cantera que de verdad de frutos. La ciudad deportiva es vital, aunque no sé si estará en el 2013 o en el 2014, para mí no tenerla sería una frustración. Todos los políticos están de acuerdo y si no la tenemos, todos seríamos un poco responsables. Es una necesidad perentoria.

-¿Cómo está viviendo la racha del equipo?

-Mal y con demasiados nervios, se sufre mucho en el palco. Hemos entrado en una fase delicada, pero la Segunda es una categoría en la que todos los equipos atraviesan rachas. No estamos bien pero lo superaremos.

-La afición ha madurado y está dando ejemplo...

-La respuesta de nuestros seguidores está siendo sensacional. Como he comentado antes, ahora sólo falta que se termine con esta racha. Hay que sensibilizar a la gente de que podemos obtener una de las plazas para jugar la promoción y si la logramos, por qué no aspirar a más. Aquí hay una cosa clara, el ascenso a Primera solucionaría todos nuestros problemas económicos. La afición está con el equipo y se va a seguir viendo. La afición ha tenido diferencias con el entrenador por algún planteamiento pero nada más. En el momento en el que encadenemos dos victorias, la unión será total otra vez. Hay que mirar cómo están el Tenerife o el Valladolid, que descendieron con nosotros. Cuando se contrató a Javi López se firmó para conseguir la permanencia y  si ahora se pueden lograr otros objetivos, que son conseguibles, hay que confiar. No me atrevería a apostar por el ascenso pero sí por el play-off.

-A nivel personal, ¿qué le ha supuesto el reto de asumir la presidencia del club?

-No quería aceptar porque mi vida es distinta a la que debe llevar un presidente de un club de fútbol. Yo no puedo viajar cada semana, no puedo acudir a citas... Me lo tomo como una nueva experiencia y como una situación transitoria en la que al final yo mismo me convencí de que podía aportar una serie de cosas. En seis meses, puedo ayudar a que se firme el convenio y a institucionalizar el club. Tengo una frase que no es mía, que es de un amigo mío xerecista, Ramón Molina, que dice que 'quiero un club de Primera que juegue en la categoría en la que tenga que jugar'. Esa idea resume mi teoría de lo que es un club de fútbol. Queremos un club saneado, con las cosas en su sitio, y vamos competiremos en la categoría en la que podamos. Es importante tener la Fundación, un museo que recoja nuestra historia. Ahí puedo dar un impulso a la entidad.

-Siempre que habla de su futuro al frente de la entidad asegura que su cargo es transitorio...

-Miro el día a día, no miro mucho más allá, hay que marcarse plazos cortos. El primer tramo que debo mirar es el que falta para la firma del convenio y luego veremos qué pasa. Si hay una venta, todo dependerá de los nuevos dueños. Esto es una sociedad anónima, aunque a mí no me gusta el sistema, yo abogo por volver a la idea de clubes, y será el nuevo dueño el que dirá si cuenta conmigo o no y yo tendré que decir si tengo ganas o no de continuar.

-¿Qué significa para usted la Fundación?

-Hay que impulsarla y tener muy en cuenta el trabajo que están haciendo Juan Carlos González y José Antonio Pérez Rendón. Es mi gran reto, estoy muy ilusionado y comprometido pero estamos teniendo problemas por la crisis. Nosotros estamos para aplicar recursos y no los estamos teniendo. Paso a paso iremos creciendo.

-¿Qué le han dicho sus amigos y sus alumnos tras convertirse en presidente?

-La mayoría me dice si tienen que felicitarme o darme el pésame. Ya tengo alumnos aventajados y algunos son presidentes de clubes, como el de Los Barrios, Álvaro Moya. Álvaro fue alumno mío en Algeciras y hablamos mucho.