- Girona. La crónica

La fiesta, incompleta (2-1)

  • El Deportivo logra su primer triunfo en Chapín con apuros en un partido en el que fue de más a menos. Los xerecistas, con uno más todo el segundo tiempo, se descentran y acusan el 2-1

El Xerez logró su primer triunfo de la temporada en Chapín con muchos más apuros de los que hacían pensar el 2-0 con el que se marchó al descanso y la expulsión de Tébar en el último minuto del primer tiempo. Demasiado sufrimiento para un cuadro azulino que exhibió un buen nivel en los primeros cuarenta y cinco minutos pero al que le costó la misma vida amarrar el triunfo cuando las cosas se le pusieron complicadas con el tanto de Coro.

La ansiedad se apoderó entonces de los de Juan Merino, que comenzaron a fallar y a perder fuerzas y fe par dar vida a un rival que sin hacer demasiado se encontró con un gol  y con un par de oportunidades que a punto estuvieron de haberle dado una recompensa quizás excesiva para sus méritos.

La afición la volvió a tomar con el equipo y le despidió con una bronca, justa por lo visto en el tramo final del choque-, pero injusta en el cómputo general del mismo.

El Deportivo no había sido capaz de mostrar en los dos primeros partidos en casa ni su mejor versión, ni el fútbol que había exhibido en sus dos primeros encuentros lejos de Jerez. Y para poner remedio a los males, Merino optó por un cambio de sistema, reforzando la medular con tres jugadores de corte ofensivo, Capi, Rueda y Bruno Herrero, que al final terminó ocupando el puesto que parecía sería para Rafa Barber. La conexión del ex bético y del ex azulgrana fue sinónimo de éxito, peligro y calidad mientras les duró la gasolina.

Los azulinos salieron enchufados, con ganas de agradar, presionando mucho y muy arriba y tocando más el balón que en  anteriores compromisos. En ese escenario, sólo necesitaron ocho minutos para adelantarse en el marcador. Capi, de cabeza, batió a Santamaría después de una bonita jugada que inició Israel, continuó José Mari con un centro fuerte y medido y la cerró el ‘14’.

Increíble pero cierto, en ocho minutos los xerecistas consiguieron lo que no habían logrado en los 180 anteriores minutos disputados en casa, marcar el primer gol de la temporada  en casa.

El Girona no se inmutó con el tanto y siguió practicando el juego de toque que suelen hacer los equipos de Agné, pero con una diferencia respecto a temporada anteriores, sin crear claro peligro. Sólo en el minuto 21, cuando el asistente de Tribuna se tragó un fuera de juego de libro, Ion Vélez le vio la cara a Doblas pero no acertó de cara a puerta.

El segundo tanto del los xerecistas era cuestión de tiempo y llegó en el minuto 38. Pablo Redondo le pegó de cine desde la frontal después de que José Mari peleara con David García un balón que le cayó franco al ex del Nástic .

Las cosas todavía se le pusieron mucho mejor al Xerez cuando en el minuto 44, Tébar tuvo que tomar el camino de vestuarios por una doble amarilla en apenas cuatro minutos. La expulsión fue rigurosa y ahí comenzó a fraguarse una actuación de López Acera realmente para olvidar.

Raúl Agné se vio obligado a retocar el once tras el descanso por la expulsión. Dejó en la caseta a Jandro y sacó a Jose. Su equipo, pese a jugar con diez,  se fabricó un gol en el minuto 58, obra del ex espanyolista Coro -dejó secos a Lombán y Robusté- y se metió de lleno en el partido.

A la hora de juego, la grada se agarró un enfado monumental con el árbitro por no considerar penalti unas manos de Moha dentro del área tras un lanzamiento de Pablo Redondo. Y se puso de los nervios cuando Doblas tuvo que lucirse en dos mano a mano con Ion Vélez, totalmente negado de cara al gol desde hace ya más de dos temporadas.

Los problemas para el Xerez llegaron cuando Merino no pudo aguantar más tiempo a Rueda sobre el terreno de juego y con Capi también bastante cansado. El juego del Deportivo bajó enteros y permitió respirar a un cuadro gerundense dispuesto a todo. Pero ahí apareció la figura de Doblas, que se convertiría en el protagonista del choque, primero por sus paradas y más tarde por la lesión del punta navarro al que amargó la noche con sus intervenciones.

En el 69, el portero sevillano se lució la primera vez y en el 74, la segunda. En ambas oportunidades estuvo valiente y acertado a la hora de salir ante el ariete del cuadro visitante.

En al recta final del choque, las continuas imprecisiones -ya faltaban ideas y frescura y sobraba precipitación- se convirtieron en protagonistas de un equipo en el que cada azulino comenzó a hacer la guerra por su cuenta.  La grada también comenzó a impacientarse y a mostrar su disconformidad con el equipo.

En Chapín no hay término medio, se pasa del blanco al negro. Un choque que se le puso de cara a los azulinos y que tenía todos los ingredientes para ser gran una fiesta  terminó de forma gris.

2 - Xerez: Toni Doblas, Mendoza, Lombán, Bruno Herrero, Capi (Barber, m. 81), Israel (Tato, m. 75), Rueda (Oscar Díaz, m. 57), Redondo, Raúl Cámara, Robusté y José Mari.

1 - Girona: Santamaría, D. García (Garmendia, m. 58), Tortolero, Tébar, Coro (Nieto, m. 70), Dorca, Moha, Juanlu Hens, Ion Vélez, Jandro (José, m. 46) y Migue.

Árbitro: Fernando López Acera (Comité Extremeño). Bastante mal y muy mal asistido en las bandas. Puso nervioso a los jugadores con algunas de sus polémicas decisiones. Los azulinos le reclamaron dos penaltis por manos en el área catalana en la segunda parte.

Tarjetas: Amarillas Robusté (63); Garmendia (92’) y Tortolero (94’).Roja Tébar (41’ y 44’).

Goles (1-0) 8’ Capi salta rodeado de defensas y bate a Santamaría con un perfecto cabezazo depués de un buen servicio de José Mari al corazón del área desde la izquierda. (2-0) 38’ Pablo Redondo coloca en la escuadra un derechazo desde la frontal del áera una falta lanzada por Mendoza que David García le deja franca para el remate en su intento de despeje. (2-1) 58’ Coro recorta a Robusté y a David Lombán y supera a Doblas en el mano a mano.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liga Adelante disputado en Chapín ante 7.384 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Chus Pereda, ex entrenador del Xerez y uno de los héroes de la Eurocopa del 64, fallecido la semana pasada en Barcelona.

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