Sus hazañas en la Copa del Rey del pasado año provocaron que media España sienta hoy en día especial simpatía por un equipo modesto, el CD Mirándés. Los burgaleses lograron el merecido ascenso hace dos meses, después de dos temporadas consecutivas luchando por él, y ahora quieren hacer historia en la Liga Adelante.

De momento, los de Pouso no han comenzado con buen pie pues cuentan sus partidos por derrotas y no han sido capaces de hacer un gol. ¿Las razones? Aparte de las circunstancias que da el propio fútbol, sí es cierto que los rojinegros están pagando bastante caro su adaptación a la categoría, un hecho habitual en muchos equipos, sobre todo los recién ascendidos y los recién descendidos.

Bien es cierto que Pouso ha querido mantener, al menos en las alineaciones iniciales, el bloque de la campaña anterior, aunque introduciendo algunas caras nuevas como los casos de Rayco, Javi Soria y Koikili. Como dato curioso hay que añadir que cuatro jugadores de la actual plantilla han vivido los dos últimos ascensos del equipo, de Tercera a Segunda B y de Segunda B a Segunda. Hablamos de Pablo Infante, Iván Agustín, Mújica y Mikel Iribas.

Con los datos en la mano, los burgaleses no han merecido estar a cero después de dos jornadas, pero su falta de acierto de cara a gol le ha dejado sin estrenarse, una situación que le puede pesar en este arranque de competición.

El técnico vasco ha seguido manteniendo el esquema que le ha valido para ascender a Segunda y que ya utilizaba en el Éibar en la campaña 08/09. Además, su equipo no representa a tópico alguno, pues al Mirandés, al contrario de lo que pueda parecer, le gusta tratar bien el balón y no es de los que se parapeta atrás. Con Pablo Infante como principal conductor del juego ofensivo, el conjunto castellano suele salir bien desde atrás y además, nunca pierde la cara a partido, algo que ya demostró el pasado año cuando se enfrentó a equipos como Espanyol o Athletic de Bilbao.

Su dibujo más frecuente es el 4-2-3-1, si bien, en ocasiones Pouso recurre al clásico 4-3-3, es decir, con un delantero centro nato arriba y dos extremos con capacidad para colgar balones.

lo mejor

El sacrificio y la ilusión de una plantilla con ganas de sobrevivir en Segunda. Nunca pierde la cara a partido, pase lo que pase.

lo peor

La falta de gol ha pasado factura al equipo en este arranque de competición.