La tarde que Sidi Keita se ganó Chapín
Los seguidores azulinos reconocieron el esfuerzo del equipo y el del malí, que se llevó los aplausos de la grada
La hinchada azulina acudió al estadio ilusionada y firmemente convencida del triunfo del Deportivo. Los seguidores xerecistas esperaban la mejor versión de su equipo ante el Sporting de Gijón pero más de uno terminó el encuentro con cara de gripe A, virus que puede haberse colado en el vestuario asturiano.
Los noventa minutos dieron para mucho y los aficionados tuvieron tiempo de todo, de tocar las palmas ante los arreones de los azulinos, especialmente en la segunda mitad, con la salida al campo de Viqueira o Momo, y de llorar o tirarse de los pelos con los balones a la madera, que también juega malas pasadas de vez en cuando. Hasta cuatro, aunque estuvieron repartidas.
Con la titularidad de Antoñito, los incondicionales del punta hispalense, estaban de enhorabuena pero el 'Romario del Polígono' no tuvo su mejor día y lo mejor que dejó fue un remate de cabeza que se estrelló en la cruceta. La suerte no la tuvo de cara y él tampoco puso mucho de su parte por buscarla. Habrá que tener paciencia y seguir esperando que el duende que lleva dentro aparezca.
El punta estaba llamado a convertirse en el protagonista del choque pero terminó siéndolo un jugador tremendamente criticado por la grada, Sidi Keita. El malí despejó ayer muchas dudas con su actuación y la grada, a partir de ahora, seguro que ya no le reprocha tantas cosas. Fue de los mejores en labores defensivas y el mejor en las ofensivas porque salvó una contra del Sporting al final que llevaba camino de convertirse en el 0-1 y tuvo cuatro oportunidades de gol, algo que todavía no ha conseguido ningún delantero.
Nada más comenzar el partido estrelló un balón en el larguero después de que Juan Pablo metiera una mano milagrosa, un cabezazo antes del descanso, una chilena a lo Hugo Sánchez que también le sacó el portero y otro tiro que el francés Gregory desvió a saque de esquina.
La afición del Xerez tenía sed de triunfo y siempre estuvo entrega con el equipo. A la hora de partido, comenzó a corear el nombre de Viqueira, que calentaba en la banda, y minutos después Momo se llevó una de las mejores ovaciones de la tarde cuando entró por Armenteros pero el canario no está, le han cambiado...
El 'Mago' también se llevó su ración de cariño al suplir a Álex Bergantiños pero cuando la pelota no quiere entrar, no hay magia que valga ni Viqueira que lo remedie.
Mientras, Ziganda seguro que se quedaba sin uñas viendo el partido desde arriba. Así es la vida de dura.
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