Dani Pendín tuvo el bonito gesto de regalar su camiseta a Tomás, defensa del Espera que se vio obligado a retirarse del terreno de juego tras sufrir una brecha en un encontronazo en el área. El capitán azulino, que por la mañana disfrutaba como técnico el ascenso del equipo juvenil, estaba radiante tras subir por la tarde con el primer equipo: "La verdad es que es una alegría muy grande, disfrutar con tanta gente. Quizás parece fácil porque los partidos se nos ponen de cara por los jugadores que tenemos pero esta afición merece este tipo de alegrías y nosotros, encantados".

El argentino, pese a pasar ya de los cuarenta, se vé con fuerzas para seguir jugando una temporada más en el Xerez Deportivo FC y por eso no piensa en la retirada: "No, yo estoy bien, tengo ganas de seguir jugando como este año, aportando mi granito de arena y cuando me necesite el míster ayudar, me encuentro bien y ojalá que pueda seguir un añito más por lo menos. Esta temporada he jugado poco porque entiendo la edad que tengo y entiendo mi sitio aquí en el club pero yo estoy encantado de ayudar a los jóvenes, aconsejarlos y por eso estoy aquí. Con 41 años no puedo pretender jugar, lo que quiero es sumar".

Más de ocho mil aficionados festejaron en Chapín el ascenso, una cifra impresionante para la Tercera Andaluza: "Es una pasada, esto es una locura. Estamos viviendo esto, que es muy bonito, pero nuestro sitio no es éste, es otro sitio, todos lo sabemos. Nos costará unos añitos pero estaremos en el sitio en el que tenemos que estar dentro de poco".

También participó de la fiesta en un discreto segundo plano el recién fichado Barberá: "Esto es muy bonito, es la fiesta de mis compañeros, lo estoy viviendo desde fuera y hay que felicitarles a todos ellos por la gran temporada que han hecho". Y a partir de ahora, a vivirlo desde dentro en las próximas jornadas: "Tengo ganas de jugar como cualquier futbolista".