Xerez DFC-Algeciras | Crónica

Justa igualada en un derbi con más emoción que juego y ocasiones (0-0)

  • Los azulinos firman un nuevo empate en Chapín que les corta la racha de triunfos con García Tébar pero que les mantiene a cuatro puntos del 'play-off'

Tamayo entró por Gallardo y reactivó el ataque azulino.

Tamayo entró por Gallardo y reactivó el ataque azulino. / Vanesa Lobo

Justo empate entre Xerez DFC y Algeciras en un derbi intenso, con más emoción que juego en Chapín, en el que los azulinos tuvieron las ocasiones más claras, incluso reclamaron dos penaltis en el área albirroja. No pudo ser, el cuadro de Emilio Fajardo demostró su solidez defensiva y cortó la racha de dos triunfos xerecistas. En la tabla, ambos conjuntos siguen empatados a puntos y a cuatro de Los Barrios, que ahora es cuarto.

El Xerez DFC nunca le perdió la cara al partido, luchó hasta el último momento y por el último balón pero no superó a un rival que supo nadar y guardar la ropa, se fue a por los azulinos sólo cuando lo tenía claro y que en el tramo final del encuentro tiró de experiencia, de la corpulencia y del buen estado físico de sus jugadores para conservar el 0-0 en el marcador.

De salida, García Tébar cambió el guión y el dibujo con el que había ganado sus dos primeros encuentros en el banquillo ante Ceuta y Guada. Apostó por defensa de tres con el estreno de Robin Lafarge y sacó del once a Alberto Heredia.

El equipo azulino salió enchufado, presionando bien y con la intención de llevar la iniciativa ante un Algeciras bien armado, que quería la posesión aunque no siempre lo conseguía y que buscaba bien las contras. Como casi siempre, Bello se convirtió desde los primeros momentos en el hombre más importante de ataque de los xerecistas.

De las botas del extremo jerezano partieron las mejores acciones ofensivas. Primero, con en un saque de esquina que sacó Borja casi debajo de los palos (5'), luego para poner un centro medido que remató Rodri de cabeza fuera por centímetros (15') y en el 25' para filtrar un buen balón que ningún compañero remató.

Javi Casares también lo intentó pero con menos fortuna que Bello, mandó alto un lanzamiento desde la frontal (26') y se equivocó en la entrega al montar una contra de manual que la grada ya celebraba (33').

El Algeciras, tan impreciso como los locales en las entregas por momentos, golpeaba a cuentagotas y cuando lo veía claro. Zafra era su futbolista más incisivo en banda y Pipo puso emoción con un tiro lejano desde la frontal que se le fue alto (39').

El paso por vestuarios no sirvió para cambiar el guión. El Xerez DFC lo intentaba pero sin el acierto suficiente, mientras que los albirrojos se gustan más y hasta se permitían el lujo de tocar y de sacar el balón desde atrás.

Una falta botada por Pablo Ganet terminó en saque de esquina (49') y en la segunda jugada, una dejada de Benítez al propio Ganet la mandó alta. Eran los mejores momentos de los visitantes.

Los minutos avanzaban y a la hora de partido llegó la primera acción polémica. Casares y Pablo de Castro forcejeaban dentro del área y el atacante xerecista caía. Los azulinos se comían literalmente a un árbitro que no apreció acción punible.

Otra vez a balón parado, ya en el minuto 71, llegaba otra jugada en la los locales reclamaron pena máxima máxima, en esta oportunidad, por manos de un defensa. Gamero Castro tampoco consideró penalti en ese doble despeje.

Los minutos finales no fueron fáciles para los visitantes, que se pusieron el traje de faena para bordar su trabajo defensivo. Los azulinos se convirtieron en una máquina de lanzar saques de esquina pero no había forma de superar a la zaga albirroja ni a un seguro Romero.

García Tébar apostó en el tramo final por Javi Tamayo en lugar de Adrián Gallardo y 'El Chispa' reactivó el ataque. Con su peculiar forma de jugar, todos los balones arriba daban la sensación de peligro. En el minuto 82, remató algo desviado un saque de esquina. Luego, un disparo de Casares en otro lanzamiento desde la esquina, se estrelló en Joaqui y no entró.

Con la grada empujando a tope, Javi Tamayo pudo marcar en el descuento, con un tiro desde la frontal del área a la media vuelta después de un buen robo de balón. Era la última acción de peligro clara de un partido bastante intenso, al que le faltó la recompensa del gol.

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