Los Reyes Magos llegaron a Jerez para dejar sus regalos que traen desde Oriente a todos los niños de la ciudad en la noche más mágica del año, anunciada en una Cabalgata que volvía al centro de la ciudad y que, de nuevo, fue seguida por miles de pequeños y mayores que disfrutaron con los cortejos, las carrozas, los muñecos, la música, los séquitos y, sobre todo, con los Reyes Magos, que repartieron, además de caramelos y regalos, ilusión a raudales. 

En el nuevo diseño de la Cabalgata jerezana, a las ofrendas traídas desde Oriente se sumaban las que la ciudad posee, sus señas de identidad y culturales propias agrupados en cuatro bloques: Cabecera, Las ofrendas de la ciudad, Los regalos y Sus Majestades los Reyes Magos, encarnados este año por Fernando Calderón, Ana María Orellana y Luis Lara, que se dio un auténtico baño de multitudes por todo Jerez.

Recuperando el itinerario tradicional y regresando al centro, la comitiva partía de Ifeca a las cuatro de la tarde y, tras hacer un pequeño recorrido por el interior del parque González Hontoria en un primer 'tramo silencioso', reservado para personas con trastornos del espectro autista y con movilidad reducida, tomó la avenida Álvaro Domecq rumbo al centro, concluyendo en torno a las nueve de la noche en el Belén Monumental de Santo Domingo tras repartir unos 24.000 kilos de caramelos y 12.000 regalos. 

La Cabecera abría la Cabalgata con fanfarrias seguidas de la Guardia Real de la ciudad a caballo y tras ella, la 'Guardia oriental' de Sus Majestades también a caballo. Los equinos, como símbolo de la ciudad, no faltaron en este tramo. Abierto el desfile seguidamente se muestra La Estrella que en el firmamento se ubicó indicando el lugar de nacimiento de Jesús y que siguieron los Magos de Oriente. La estrella es luz, es guía y alegría, es cantar y bailar y es el elemento al que siguen todos los demás del desfile.

A la Estrella le sigue El Astrónomo, personaje que mediante un enorme catalejo va buscando y siguiendo permanentemente la estrella que debe orientar los pasos del resto del desfile. Tras el catalejo aparece la figura de la Cartera Real, que durante semanas ha estado encargada de recoger las cartas que todos los niños pequeños y grandes de Jerez han dirigido a sus majestades los Reyes Magos y hacérselas llegar a tiempo a Sus Majestades.

Las ofrendas de la ciudad de Jerez ofrecen a Jesús recién nacido aquello que atesora, sus señas de identidad que son conocidas internacionalmente. Los caballos se mostraron en la apertura del desfile y son ahora el vino y los sones de los villancicos populares de Jerez los que se representan en torno a la zambomba jerezana y al nacimiento. Se completa este segundo bloque con un personaje de ilusión conocido por todos, el Ratón Pérez, nacido en Jerez y engendrado en la prodigiosa mente del Padre Luis Coloma.

Los regalos: tras las ofrendas de la ciudad, se le muestran al pueblo ilusionado, niños todos, los regalos que ya traen los Reyes. Los niños son los protagonistas y a ellos se dirige especialmente este bloque, con personajes conocidos de series de televisión o juguetes, bloque que quiere mostrar también diversidad e integración.

Como colofón y núcleo principal del desfile, aparecen Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. A cada uno de ellos le precede la ofrenda que portan y el séquito que les acompañaba. Melchor, Gaspar y Baltasar levantaron pasiones de grandes y pequeños, como atestiguaron los griteríos que les acompañaron a su paso desafiando al frío que, a medida que avanzó la tarde, se hizo más intenso. Y así hasta completar el recorrido tradicional, el de siempre, que acabó, como siempre, con la Adoración al Niño Jesús en el Belén Monumental de Santo Domingo.