Zambombas de Jerez

Miscelánea de zambombas

  • Las hay de ambiente familiar, las que buscan la esencia de esta celebración y las que son un simple reclamo comercial

  • En estos días hay de todo, hasta sones cofrades de fondo

Una zambomba en la plaza Plateros

Una zambomba en la plaza Plateros / Manuel Aranda

Es mediodía y un grupo de hermanos de La Cena ultiman los preparativos para su zambomba en la plaza de la Asunción. En ese momento, un hombre ya entrado en años y con acento norteño se acerca a uno de los hermanos y pregunta por el motivo de tal montaje.

Momentos después, el turista se acerca a su familia y le explica: “Hasta las dos y media no empieza la zambombá” (la tilde está puesta donde literalmente el visitante la pone), una muestra de que aún queda mucho por promocionar esta celebración genuinamente jerezana más allá de las lindes del término municipal, especialmente en lo que a denominación se refiere.

La de la Cena es una de la decena de zambombas previstas para la jornada dominical. Este 8 de diciembre es festivo y cae en domingo; la masiva afluencia de público está garantizada aunque da la sensación de que es algo más baja que la vivida en jornadas precedentes. Eso sí, encontrar una mesa para comer se convierte una vez más en un objetivo altamente complicado de conseguir. Pero este es el cuarto día consecutivo de zambombas y se hace necesario dosificar fuerzas, que aún quedan varios fines de semana por delante antes de la Navidad.

Ahora bien, hay zambombas en las que no cabe ni un alfiler. Es el caso de la peña La Buena Gente, que vuelve a escoger las Bodegas Fundador para llevarla a cabo. Poco antes de las cinco de la tarde, Macarena de Jerez se arranca a cantar junto al coro de la peña. La fiesta ya está servida. Previamente, el coro 'Gloria bendita' se ha encargado de calentar el ambiente.

Con un ambiente algo más familiar, la hermandad de las Tres Caídas celebra la suya en la plaza de San Lucas. Esta es la segunda zambomba de la corporación del Miércoles Santo en este largo puente festivo. Para ello, vuelven a contar con la colaboración del coro 'Voces de nuestro barrio'. La celebración está presidida por la imagen de Niño Jesús en su pesebre coquetamente exornado que se ha colocado en el dintel de la puerta principal del templo.

Dos niños de corta edad se arrancan a bailar a los sones de los villancicos que interpreta el coro. “Pa’ comérselo”, dice una señora que no deja de tocar las palmas desde la escalinata de San Lucas.

De fondo, se oyen los compases del Himno Nacional. La ‘intromisión’ acústica tiene su justificación. A esa hora, se inicia desde la Catedral la procesión de regreso a su barrio de la dolorosa de la hermandad de Las Viñas, María Santísima de la Concepción. Hay, por tanto, otro reclamo para disfrutar del centro y al público que busca zambombas se le une el colectivo cofrade que no quiere perderse esta salida extraordinaria. La fotografía del palio pasando junto a algún exorno navideño instalado en cualquier calle ya forma parte del book cofrade jerezano.

Zambomba de la peña La Buena Gente Zambomba de la peña La Buena Gente

Zambomba de la peña La Buena Gente / Manuel Aranda

Pero las zambombas no paran mientras los cofrades de Las Viñas regresan a su barrio. Así, mientras el paso discurre por la plaza del Arenal, el callejón de Pescadería Vieja está totalmente abarrotado. Uno de los locales de esta zona ha contratado a un coro que ameniza, ya sea con villancicos u otras composiciones, la tarde noche dominical. La zambomba es desde hace años un reclamo más que aprovechan los establecimientos para hacer caja.

Es la prueba de la diversificación de esta celebración —aunque hay quien hable ya de perversión—. Hay muchas formas de hacer zambombas, tantas como opiniones sobre lo que debe y lo que no debe llevar este nombre a proteger.

Poco más allá, en la plaza Plateros, parece revivir la esencia de la zambomba. Al cobijo de unas sombrillas y de un brasero eléctrico, eso sí, un grupo de personas se arranca (¿de manera espontánea?) a cantar algunos de los villancicos más populares. El público se arremolina rápidamente en torno a ellos. Durante varios minutos, la plaza Plateros, que ya de por sí es populosa, se llena aún más de deseosos de escuchar algún villancico. Momentos así acercan a la esencia de la zambomba jerezana.

En ese momento, sigue lleno un bodegón de la calle Carne donde no paran de escucharse villancicos. Es el lugar elegido por la hermandad del Prendimiento para celebrar su zambomba. ‘El Prendi’ tiene un enorme tirón y su zambomba no va a ser menos.

Se desarrolla así una nueva jornada de zambombas en este puente festivo que tendrá su epílogo hoy lunes. No faltaran los establecimientos que organicen sus zambombas pero muchas entidades se dan un respiro para velar fuerzas de cara al próximo fin de semana.

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