El acuartelamiento de transportistas de San Cristóbal en Madrid está acogiendo durante estos días a buena parte de los cuatrocientos fieles que han ido con la diócesis de Jerez a la capital para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Según explicó ayer un voluntario del Movimiento Scout Católico, Gabriel Rubio, "en el cuartel estamos ya 220 personas pero hoy -por ayer- llegan otros 130 de las comunidades neocatecumenales y mañana otros 130 para pasar el fin de semana. En total son unos cuatrocientos peregrinos acreditados los que han acudido a Madrid con la diócesis de Jerez. A esto hay que sumarle otros 1.200 procedentes de Guatemala, Colombia y El Salvador, que también salieron la madrugada del pasado martes en autobuses desde las instalaciones deportivas de Chapín, ochocientos de diferentes colectivos el colegio Compañía de María o la Unión de Hermandades y por supuesto, los que hayan ido por sus propios medios. "Ahora -señaló Gabriel- cada uno está ya un poco a su aire y hace lo que quiere". Lo que está claro es que ni el fuerte calor que se está padeciendo en la capital que, unido a las muchedumbres ha provocado más de una lipotimia, pudieron con la ilusión y las ganas de ver al Papa.

Ayer por la mañana, cuando cada uno salió del cuartel, recibió por parte de un catering contratado cuatro fiambreras termoselladas con la comida para todo el día, cubiertos de plástico, servilletas, pan y fruta. La comida la tomaron en el parque del Retiro, donde habían quedado citados a las tres de la tarde, pero ya tenían claro que "intentaremos concentrarnos lo más cerca posible de Cibeles para ver al Santo Padre, aunque irnos cinco horas antes con las temperaturas que se están alcanzando va a ser complicado, así que habrá que buscar el equilibrio. Antes de las cinco de la tarde no saldremos a ningún sitio"

Los jóvenes de la diócesis de Jerez vivieron bastante de cerca, aunque no de lleno, el choque entre la marcha laica con los peregrinos y la carga de la policía. En este sentido, Gabriel Rubio asegura que, por lo que él ha podido ver, "los medios de información están manipulando, porque no ha habido enfrentamientos entre los peregrinos y los manifestantes. Pese a las provocaciones, los peregrinos sólo han respondido gritando ¡Viva el Papa! Y en otros casos, arrodillándose y rezando. A nosotros todo esto nos cogió en la plaza de Callao cuando nos dirigíamos hacia la Puerta del Sol, pero la policía ya lo había cortado, así que no pudimos pasar. De todas maneras, la carga policial la vimos a unos doscientos metros".

Incluso en la propia plaza de Callao Gabriel Rubio vivió un incidente "cuando llegó un grupo de manifestantes provocando, pero pasaron como si fueran el aire, porque nadie les hizo caso. Cuando yo me encontraba con el sacerdote don Lorenzo, responsable de peregrinación de la diócesis, llegando a la Gran Vía, camino de Callao, se nos cruzó un señor en bermudas y sin nada por arriba, que en la barriga llevaba pintado 'en el vientre llevo al anticristo'. Empezó a hacernos gestos, pero nosotros no le hicimos ni caso. El espíritu de la gente es ignorar cualquier provocación y estamos tranquilos, porque enfrentamientos no hay".

Este voluntario contó asimismo que ayer amaneció lloviendo, "pero luego el tiempo ha mejorado". También reconoció que "cada vez es más difícil moverse por grupos grandes en Madrid, pero hay un ambiente muy bueno y está siendo una experiencia muy bonita e intensa. Le das la paz a la gente en 10.000 idiomas". Otra experiencia que también calificó de "maravillosa" fue un encuentro realizado en la plaza de Callao con scouts de todo el mundo, que realizaron juntos una coreografía ideada por los scouts de Barcelona.