Los fieles jerezanos que han acudido a Madrid a la Jornada Mundial de la Juventud continúan viviendo intensamente estos días tras haber tenido la satisfacción de ver de cerca al Papa. Ayer, el obispo de la diócesis Asidonia-Jerez, José Mazuelos fue el encargado de impartirle la catequesis y de oficiar una Eucaristía para los jóvenes procedentes de esta ciudad en la parroquia del Buen Pastor, que se encuentra en las inmediaciones del barrio de Vallecas. "Allí -explicó el delegado diocesano del Movimiento Scout Católico, Gabriel Rubio- nos hemos reunido todos los grupos de la diócesis que hemos querido".

Según este voluntario scout, "el obispo habló de cómo los jóvenes se dejan seducir por las cosas que hay en la sociedad como el culto al cuerpo, a la ropa... para luego señalar que a la sociedad le gustaría tener a un anciano de 87 años que convoque a un millón y medio de personas".

Lógicamente, cada vez les cuesta más trabajo ir todos juntos en grupo y para la llegada del Papa concretamente se situaron por detrás de la Puerta de Alcalá aunque, debido a la multitud congregada, tuvieron que contemplarla en una pantalla gigante instalada por la organización. "Ha sido increíble -señaló Gabriel Rubio-, miles de jóvenes y no había ni un policía. Ha sido un acto muy emotivo, porque la gente ha estado durante mucho tiempo esperando este momento".

Ayer un numeroso grupo de jóvenes jerezanos volvió a comer en el parque de El Retiro con las fiambreras termoselladas que les repartió un catering en el acuartelamiento de transportistas de San Cristóbal, donde se están alojando muchos de ellos "y a la par -señaló el delegado diocesano de los scouts- estamos disfrutando de todas las cosas que nos está ofreciendo esta ciudad con motivo de la JMJ. Cada uno va a lo que le gusta".

Ya por la tarde, los jerezanos también acudieron al Vía Crucis, aunque en esta ocasión lo hicieron de una forma más dispersa "porque algunos querían ver La Candelaría y otros preferían acercarse a otras cofradías".