"Recomendados", por José García Oliva

"Recomendados", por José García Oliva
"Recomendados", por José García Oliva

27 de diciembre 2011 - 11:43

Los versos del Hablamueble

De Rosa Díaz. Il. de Luis de Horna. Col. Sopa de Libros. Ed. Anaya. Madrid. 2011.

Rosa Díaz es una reconocida y muy premiada autora que cultiva diversos géneros de la literatura para adultos. Cuando su trabajo es para los pequeños, su poesía no pierde riqueza pero sí se vuelve lúdica, estimulante, divertida, rica en juegos de palabras que no son ni más ni menos que figuras literarias asequibles para el público al que se dirige. Los poemas de este título, como sugiere esa palabra inventada de hablamueble, van a ir fijándose en todos y cada uno de los muebles de la casa, habitación por habitación (incluido el baño). Así a veces los describe, otras nos cuentan sus sentimientos, en algún caso se presenta como si fuera una adivinanza, y en la mayoría están personificados. Aquí Luis de Horna, el ilustrador, les da alma a esos objetos cuando están humanizados en los textos (con sus ojos y su boca) pero también cuando aparecen junto a personas haciendo justo su papel de muebles. Y es que ese dibujo a menudo decorado con cenefas, evitando ángulos marcados, y cada vez que cabe una sonrisa, hacen de la ilustración un poema paralelo al leído.

Pies Sucios

De Koldo Izagirre. Il. Antton Olariaga. Col. Takatuka. Virus Editorial. Barcelona. 2009.

Pies sucios es una niña. Juega a la rayuela en la plazoleta en la que hay un locutorio telefónico adonde van los inmigrantes a llamar a su familia. Pies sucios los escuecha y tal vez no los entiende pero sabe de qué hablan, interpreta las “mentiras” que dicen a sus familiares para tranquilizarles, para hacerles sentir que todo va bien, para que no se preocupen aunque lo que están viviendo es duro, muy duro. Por ejemplo el que les cuenta que está en una orquesta y lo que hace es tocar por las calles un triste acordeón por unas limosnas; el que les dice que sube y baja en ascensor, que trabaja de ascensorista, y lo que hace es cargar con bombonas de butanos escaleras arriba por poco más que una propina; y así varios casos que le hacen desear a Pies Sucios una familia allí en el extranjero con la que hablar y a la que contarle sus deseos. Porque Pies Sucios es una niña extranjera, adoptada que no sabe de sus orígenes y que en esa plaza juega a la rayuela, va “de la tierra al cielo” con las preguntas que ella se hace y con las respuesta que en los inmigrantes encuentra. Y Olariaga coge el testigo del autor para presentarnos las dos realidades de cada extranjero, la que cuenta y la que vive, y para mantener ese origen, ¿africano?, en secreto hasta las últimas páginas. Un álbum ilustrado con “mucha personalidad”, en el que las palabras están llenas de poesía y la historia es una auténtica crónica.

¿Qué quieres, caracol?

De Hadis L. Gholami. Il. de Hamid R. Akram. Thule Ediciones. Barcelona. 2011.

Controvertido libro a la vez que fascinante. La pregunta del título la hace la dependienta de una tienda de conchas al señor Caracol que ha decidido cambiar la suya. Pero también es la pregunta que se hace al lector que, siguiendo la historia, se planteará (sin darse cuenta) su sumisión a las modas y dictámenes de los demás o la búsqueda y defensa de su propio estilo. Porque Caracol quiere cambiar su concha, quiere una igual a la de la dependienta, pero ella le dice que no porque es para mujeres, y ella decide cuál va a hacerle. Asistimos al seguimiento de cómo va haciendo la nueva concha hasta que se la termina, se la lleva, pero comprende que no es lo que quiere. Y la historia no nos dice si el caracol será capaz de quitarse esa incómoda concha o permanecerá con ella. El lector tendrá que decidir qué es lo que hay que hacer.

Pero no son ni la trama ni el mensaje lo que producen controversia y fascinación. Lo primero se debe a que la obra es de origen iraní y, en consecuencia, está diseñada para ser leída “de atrás hacia adelante”. La versión occidental adapta las páginas a la lectura de izquierda a derecha aunque en un caso no se produce, lo que genera una ruptura de la imagen completa de doble página (como están diseñadas todas). Además, en el original, los renglones de texto juegan con las imágenes curvándose, enrollándose, o cayendo inclinados de un lado a otro, mientras que en esta versión son todos renglones horizontales en el sentido más clásico. Sin embargo, este aspecto es un añadido de la editorial iraní que no queda justificado ni con la historia ni con las imágenes, aunque viendo esas páginas y la grafía árabe potencia la riqueza plástica de la obra. En cualquier caso ambas actuaciones, adaptación y grafía horizontal, es criticada por algunos críticos y lectores.

Para tener mejor opinión, se puede acceder al libro original en este enlace.

Lo fascinante son las ilustraciones, en las que tal vez podríamos identificar a la dependienta, por cómo se la describe, pero nunca sabremos quién es el caracol de la historia, de entre tantos caracoles distintos con y sin concha y tantísimos otros personajes de formas redondeadas mezclados con piezas geométricas, todo lleno de color, que a veces se presentan como un grupo caótico y otras ordenadamente formando un gato, un gran pez, una ciudad. Y es que esa ausencia del caracol protagonista viene a apoyar que sea el propio lector el que asuma el papel del personaje que se busca a sí mismo.

Un libro con muchos premios que envuelve y no deja indiferentes.

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