A la vuelta de la esquina

No hay justicia sin cuidado

Las historias que perduran en el tiempo, lo son porque contienen en ellas arquetipos de comportamientos humanos. Ocurre en los cuentos sufíes, en las Fábulas desde Esopo a Samaniego, en la Biblia... Recomiendo leer el libro del Éxodo porque en este texto se refleja la historia  pasada y futura de la humanidad. En el Éxodo encontramos a la primera mujer que se puede calificar de profetisa, se trata de Míriam, que junto a sus hermanos Moisés y Aarón liberaron a los hebreos de la esclavitud a la que estaban sometidos por los egipcios. Un buen libro es el titulado De la servidumbre al servicio de Georges Auzou. Un profundo estudio del Éxodo.

 El Faraón ordenó la matanza de todos los niños varones hebreos. La madre de Moisés, junto a las comadronas Séfora y Puá, decidieron que el niño siguiera vivo y lo ocultaron de los soldados. No pudiendo ocultarlo por más tiempo, decide ponerlo en una cestita flotante en el Nilo. Míriam, hermana de Moisés, está atenta a que la hija del Faraón se bañaba por allí y la convence que adopte al niño. La hija del Faraón lo adopta y por indicación de Míriam lo da para su educación a la madre de Moisés.

Moisés se llevó todo el protagonismo político, y también en las películas, pero Míriam fue protagonista junto a sus hermanos. En esta historia son las mujeres las que llevadas por su amor a la vida, desobedecen las órdenes del Faraón, poniendo en peligro sus propias vidas. Se arriesgan por cuidar la vida. Con sus actitudes denuncian la injusticia. Míriam encabezó la fiesta por la libertad hebrea junto a otras mujeres.

Recomiendo leer el cuaderno Mujeres de cuidado de la teóloga Lucía Ramón. Lo pueden encontrar en www.cristianismeijusticia.net.

Las abuelas de la plaza de Mayo en Argentina, las mujeres de Cuartillo cuando reivindicaban agua corriente para sus casas. Pelagia en la obra  La Madre de Máximo Gorki. Carmen, Inmaculada, Ana, son como Míriam. Entre otras muchas.

Las mujeres han desarrollado una especial cualidad para el cuidado de los demás. Es una fuerza interior, un convencimiento vital sobre el cuidado de los más débiles: niños, ancianos, enfermos, emigrantes. Ese cuidado hacia los demás es lo que pretende lograr la justicia, en sus aspectos de justicia conmutativa, contributiva, distributiva y social. Las mujeres van por delante de los hombres en el cuidado a las personas, y esa habilidad debemos aprenderla los hombres.

Acasa es una empresa en la que la mayoría son mujeres y se dedican al cuidado de los demás. No se trata de un trabajo feminizado por su bajo coste económico, sino que la sociedad ha elegido a las personas que tienen mejor habilidad, empatía y sensibilidad para ese trabajo. La sociedad patriarcal de Jerez no lo valora, siendo determinante para la reproducción de la fuerza de trabajo; para que otras personas puedan trabajar fuera de sus casas.

 Ellas deben cobrar su salario.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios