bicentenario de el beaterio

Una travesía por los doscientos años de El Beaterio

  • Este colegio, el más antiguo de Jerez, fue fundado por la dominica María Antonia Jesús Tirado para instruir a las niñas pobres de la ciudad

El 1 de julio de 1812, fecha en la que El Beaterio abrió sus puertas, comenzó la historia de uno de los colegios con más raigambre de Jerez. Este centro fue fundado por la dominica María Antonia Jesús Tirado hace ahora doscientos años. La religiosa nunca imaginó que su hogar, allá por el siglo XVIII, se convertiría en el actual colegio Nuestra Señora del Rosario. La idea original de María Antonia fue crear una escuela que se comprometiese a enseñar a niñas de la clase más humilde de Jerez. La dominica se encargó de obtener la licencia municipal para abrir un colegio, en la que fue la casa de su hermano sacerdote quien se la dejó en herencia, en la calle Beaterio. Sin embargo, la religiosa nunca llegó a contemplar su fundación porque falleció dos años antes de la apertura del colegio, justo cuando las tropas francesas saqueaban casi todas las dependencias eclesiásticas de la ciudad.

En estos años difíciles las primeras hermanas tuvieron muchos problemas para continuar con el legado que les dejó la fundadora ya que la creación del colegio estaba muy reciente.

No hay que negar que han sido las hermanas dominicas las artífices de que el centro siga en pie dos siglos después. Se entregaron desde un primer momento al mandato que les dejó María Antonia Jesús Tirado: esmero y amor. Este encargo ha ido pasando de generación en generación entre las religiosas durante estos doscientos años y nunca se ha perdido en el tiempo. El colegio ha sido y sigue siendo un hogar de retiro espiritual para las hermanas desde su apertura. El Beaterio, que en la actualidad es un centro concertado de educación primaria y educación secundaria, nunca fue un internado al contrario de lo que muchos creen. En los primeros años de la escuela, las mismas profesoras eran las hermanas dominicas, que muy raras veces salían del colegio debido a su compromiso de retiro espiritual. Pero fue en el año 1961 cuando se les permitió salir a la calle sin ningún tipo de compañía. Inicialmente, el colegio sólo contaba con dos aulas, una de párvulo y otra de educación primaria. Pero el centro ha continuado agrandándose poco a poco a medida que se han ido comprando algunas viviendas que colindan con la ubicación del colegio, ampliándose las instalaciones y los alumnos y llegando a los más de 350 niños que tiene ahora la escuela.

Aunque en un principio el colegio fue fundado para instruir a niñas pobres, poco a poco fue abriéndose a otro tipo de clases sociales. En plena Guerra Civil, todos los colegios religiosos fueron muy vigilados y El Beaterio no fue una excepción. Las hermanas dominicas tuvieron que huir a sus casas en Jerez y las que no eran de la ciudad, fueron acogidas por algunas familias vecinas cercanas a El Beaterio. Volvían por la mañana temprano para seguir con las labores encomendadas y salían del colegio por la noche. Siempre con mucha precaución. Una vez instaurado el franquismo la escuela retornó poco a poco a la normalidad y las hermanas volvieron a vivir en el centro.

Sor Genoveva Turrado es la directora titular, lleva en el colegio desde los años sesenta dando clases de Lengua y aún sigue impartiéndolas. Ella cuenta que las niñas comenzaban en aquella época sus clases a las nueve de la mañana y acababan a las dos de la tarde. El rezo y el aprendizaje en todas las materias eran factores muy importantes en la vida colegial de las alumnas. Por la tarde volvían de tres a cinco, porque el comedor no se abrió hasta unos cuantos años después y las chicas aún no podían quedarse a comer. El colegio solía organizar a final de curso una verbena donde las niñas solían hacer bailes y conciertos. El Beaterio lleva doscientos años siguiendo este tipo de costumbres pero a la vez ha ido evolucionado en la medida en que también ha evolucionado la sociedad. Hace poco más de veinte años que el colegio admitió a los chicos y se convirtió en un centro mixto. Antes, en los años ochenta también había niños, pero en primero de EGB se iban a otros colegios como San José o La Salle.

Han sido muchos de estos niños que han pasado por las aulas de este céntrico colegio los que se vuelven a ver en las reuniones de antiguos alumnos. Generaciones de padres, madres, hijos e hijas, abuelas y bisabuelas que han estado sentadas en las mismas bancas de la escuela.

Para conmemorar a todos estos alumnos y a los doscientos años del centro, se inauguraron en la Catedral, el pasado mes de octubre, una serie de actos que celebraban el bicentenario. Al colegio se le ha otorgado el sello conmemorativo del bicentenario de la inauguración de este centro docente. También se realizó una cena de antiguos alumnos en el salón de los espejos del Club Nazaret donde se impusieron doscientas insignias.

"Lo más emocionante es ver como antiguas alumnas que tienen más de ochenta años vinieran a la celebración del centenario para que le pusiésemos la insignia" recuerda Sor Genoveva. Las alumnas más antiguas recuerdan con cariño el colegio donde aprendieron sus primeras lecciones y afirman que la relación con El Beaterio es como un lazo invisible que les une al centro para siempre.

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