Antonio Saldaña, hombre fuerte del equipo de María José García-Pelayo, tiene desde ayer ‘manos libres’ para coordinar la acción política del gobierno municipal y los grandes proyectos de ciudad que hay por delante en esta legislatura. “Tiene carta blanca para coordinar la acción política. No estará en cuestiones técnicas pero será una pieza clave en la gestión y el impulso de los proyectos”, señaló la alcaldesa en rueda de prensa sobre un concejal que prácticamente pasa a convertirse en vicealcalde. De hecho, su salida como responsable de Urbanismo, Vivienda y Suelo, y su nombramiento como primer teniente de alcalde de Presidencia sin delegación es lo más destacable de la primera crisis de gobierno después de quince meses del Partido Popular al frente del Ayuntamiento de Jerez. Se trata, según explicó a primer hora de ayer García-Pelayo, de un “reajuste mínimo, pero necesario”, para encarar una “nueva etapa” de impulso económico para la ciudad. Y se trata también, qué duda cabe, de una adaptación del organigrama político municipal al nuevo contexto de la organización política  tras el congreso provincial del pasado domingo, donde Antonio Saldaña ha pasado a ser ‘número 2’ de Antonio Sanz en Cádiz y tendrá que intervenir en la “reorganización del partido”, como dejó caer la primera edil jerezana.

De este modo, la mano derecha  de García-Pelayo cede su área de responsabilidad a un efervescenteAgustín Muñoz, hasta ahora concejal popular del Plan Especial de Movilidad, que se convierte así en delegado municipal y pasará a asumir los asuntos que se despachen en el edificio Los Arcos, así como los relacionados con el Área de Movilidad.Esto último, en detrimento de Javier Durá, quien pasa a asumir en exclusiva Personal y Seguridad. Agustín Muñoz, que en la práctica ya venía ejerciendo como delegado de Movilidad —prueba de ello es el ingente trabajo para sacar adelante la nueva red de autobuses y otros asuntos ligados al Plan de Movilidad—, también se integrará en la junta de gobierno local por la relevancia de los asuntos que abordará a partir de ahora.

Al igual que Durá, otro de los delegados que pierden poder municipal con esta primera crisis de gobierno es Lidia Menacho, que se queda como delegada de Educación y Juventud, y se desprende de Participación Ciudadana en favor de José Galvín, hasta ahora responsable de Distritos. Uno de los objetivos clave de Galvín desde este momento, avisó Pelayo, será relanzar el Plan Urban, “tan importante para el Distrito Sur como para toda la ciudad”. Del mismo modo, deslizó la alcaldesa (y también presidenta del PP de Jerez), todo apunta a que Menacho también tendrá mucho más peso específico en la futura ejecutiva local del partido en la ciudad, de ahí que haya decidido descargarla de una parte importante de la gestión diaria institucional para que asuma mayor protagonismo en lo orgánico.

Con la austeridad como obsesión, Pelayo aclaró ante los medios que esta remodelación de su ‘ejecutivo’ “no rompe el compromiso de no incrementar el número de delegados ya que no se crean nuevas delegaciones sino que un concejal pasa a ser delegado en una delegación ya creada”. En este sentido, también aclaró que el coste económico de esta reestructuración será “mínimo”, toda vez que “el propio Agustín Muñoz me ha pedido que no se le incremente la retribución hasta que la situación no mejore”. Un incentivo, en cualquier caso, que se traduciría en unos 100 euros líquidos más al mes, pues actualmente un delegado percibe 50.000 euros brutos al año frente a los 47.000 que ingresa un concejal.