Por fin, después de veinte días de huelga, Urbaser, comité de empresa y Ayuntamiento alcanzaron un principio de acuerdo para desconvocar los paros, un acuerdo que, no obstante, está pendiente de la aprobación definitiva por parte de la asamblea de trabajadores, citada para esta tarde.

Los hechos se sucedieron con celeridad durante la tarde noche, pues de fracasar una vez más las conversaciones en la reunión celebrada a las cuatro de la tarde, se pasó a alcanzar un preacuerdo tras la mediación del Ayuntamiento.

Así lo reconoció la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, en una rueda de prensa acelerada que convocó al filo de las nueve de la noche en el Consistorio. "A lo largo de todos estos días hemos sido prudentes porque entendíamos que el conflicto laboral creado entre Urbaser y sus trabajadores era un conflicto interno". Aún así, destacó que en todo momento "hemos estado en contacto permanente con las partes sabiendo lo que acontecía en las reuniones".

García-Pelayo adelantó que "viendo que las negociaciones de hoy -por ayer- no iban por buen camino, hemos decidido reunirnos con empresa y trabajadores para que nos escucharan. Fruto de esa conversación se ha llegado a un acuerdo que tendrá que ser ratificado por la asamblea".

La primera edil explicó que en dicho acuerdo "la empresa y los trabajadores comparten esfuerzo económico", y dejó claro que "no supone coste alguno para el Ayuntamiento" porque "se han alcanzado las cifras planteadas al inicio de la negociación".

El acuerdo en sí se desglosa de la siguiente forma: de los más de cuatro millones de euros que había que reducir del presupuesto, dos se amortizan con los recortes en aspectos sociales del convenio, mientras que el resto se lo reparten entre empresa, que aportará alrededor de 1,3 euros, y los trabajadores que se reducirán su salario en un 10% (fraccionado en tres años), es decir, desquitándose "un millón y pico" señaló la alcaldesa.

"Hemos cumplido con el objetivo de reducir el coste de servicios en un 20%, tal y como se planteó en el Plan de Ajuste, y una vez más se ha comprobado que con el diálogo se llega a buen puerto", continuó, cerrando su comparecencia disculpándose "ante los jerezanos por todo este mal que han tenido que pasar". Cabe remarcar que hasta que la plantilla no vote a favor del acuerdo puesto sobre la mesa de la negociación, los servicios mínimos al 50% siguen vigentes.

Mientras que la regidora popular anunciaba el preacuerdo en el Ayuntamiento, un grupo de trabajadores esperaba en la puerta de la concesionaria conocer el resultado de la reunión 'secreta' que celebraron Consistorio, comité y Urbaser, y que, según algunos empleados, se realizó en una nave alquilada por la concesionaria en el Parque Empresarial.