Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Editorial: Fin a una huelga que llegó al límite

LA empresa y el comité de Urbaser alcanzaron ayer un acuerdo que pondrá fin a la huelga de basura, siempre que lo ratifique hoy la asamblea, tras 20 días que tardarán en olvidar los jerezanos. La ciudad queda convertida en un vertedero y para colmo ha ofrecido una imagen espantosa al exterior que bien se podría haber evitado. El conflicto ha envenenado el ambiente, ha dejado en evidencia a las administraciones y ha puesto en peligro la salud y el orden público. Así ha sido porque las partes implicadas no han medido bien el calado de sus actuaciones. El gobierno local se enfrentó a esta huelga como al resto de protestas sin calibrar, pese a la escalada del conflicto día a día, que la plantilla de Urbaser podría tomar como rehén a toda una ciudad al vulnerar los servicios mínimos con total impunidad. Los empleados se han tomado la justicia por su mano, sobre todo tras ver que los dirigentes populares se situaban de parte de Urbaser, y ni cuando el Alto Tribunal andaluz les exigió que recogieran la mitad de la basura entraron en razón, llevando la ciudad al límite. La empresa, por su parte, muy cómoda tras la barrera, se limitó a anunciar el despido de 125 personas tras comunicarle el Ayuntamiento el recorte presupuestario del 20% para el año que viene y de ahí no se movió hasta ayer, cuando la presión y la tensión se dispararon. La propia alcaldesa recalcó ayer que el acuerdo fue fruto de su mediación en el conflicto entre comité y empresa, luego cabe preguntarse por qué no lo hizo mucho antes. Más de 150 contenedores ardiendo lo dicen todo. Y la Junta también se ha visto retratada y contra las cuerdas porque nadie entiende que se haya intentado lavar las manos en un asunto de tanta magnitud. Eso sí, hasta que ayer no citó a todas las partes para buscar hoy una salida, Pelayo no forzó la máquina. No queda más que alegrarse de que por fin haya acuerdo, pero el daño causado a la ciudad ha sido casi irreparable. Sólo cabe preguntar qué intereses movían a la Junta para no mover ficha, y por qué el gobierno local tardó un mundo en reaccionar. Todo hace pensar, y es lo triste, que unos y otros se movieron más pensando en su batalla partidista que en el interés general.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios