La ciudad tendrá a lo largo del año próximo un documento que marcará las zonas más ruidosas así como las medidas para reducir las molestias que esto ocasiona a los residentes. Con casi un año de retraso a lo legalmente establecido, el Ayuntamiento ya ha iniciado el procedimiento para elegir a la empresa que se encargará de la redacción del Mapa Estratégico de Ruidos, que tendrá un coste aproximado de 125.000 euros.

Los adjudicatarios, según se detalla en el pliego de condiciones que regula el procedimiento abierto iniciado por el Ayuntamiento y que ya ha sido publicado en el Perfil del Contratante Municipal, deberán, en primer lugar, proceder a la "actualización de la zonificación acústica" existente en el municipio. Para la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el Consistorio encargó la redacción de un informe sobre las zonas con problemas de ruidos (tráfico, concentración de negocios hosteleros, industrias, ...). No obstante, ahora deberá actualizarlo, ampliarlo y adaptarlo a la normativa medioambiental vigente.

Por otro lado, tendrá que encargarse de la elaboración de un plan de mediciones en distintas zonas de la ciudad que servirá de base para el mapa que determine aquellas zonas que tiene unos niveles de ruidos "por encima de los límites admisibles". Este informe deberá incluir "el grado de exposición de la población" y el número de personas afectadas por esta situación, además de "plantear planes de acción encaminados al cumplimiento de los objetivos de calidad acústica".

Para realizar estos trabajos, la empresa adjudicataria tendrá un plazo de 10 meses desde la firma del contrato con el Ayuntamiento. También se le exigirá a la empresa que asista técnicamente a los servicios municipales para acometer las medidas necesarias con el objetivo de corregir las zonas acústicas conflictivas. A la finalización de estos trabajos, deberá entregar al Ayuntamiento un sonómetro para que se puedan continuar realizando estas mediciones. Para valorar a los aspirantes, se tendrá en cuenta la propuesta económica (que valdrá el 65% de la puntuación final) y la calidad de las propuestas planteados.

Desde 2003 está en vigor la Ley de Ruidos que obliga a los ayuntamientos a contar con un mapa de ruidos. Así, esta normativa daba de plazo hasta 2012 para la elaboración de este documento pero Jerez no podrá tenerlo, al menos, hasta mediados del año próximo aunque, por el momento, cuenta con el estudio que se elaboró para el planeamiento urbanístico municipal.

Precisamente, el ruido es una de las mayores quejas que recibía el Ayuntamiento a través del Defensor del Ciudadano, una figura que desapareció meses atrás. De hecho, este organismo realizó en 2010 un estudio monográfico sobre las zonas más ruidosas donde alertaba que el Ayuntamiento no acometía los controles necesarios para evitar estas molestias.

En cambio, en el último informe que presentó sobre las quejas ciudadanas presentadas durante el año pasado alertó que las delegaciones municipales apenas habían adoptado medidas para tratar de modificar esta situación denunciada.