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Jerez

Inmensos Los Doñana en La Concha

  • El grupo regaló un precioso pregón en el que sus sevillanas, las de siempre y otras nuevas, y sus plegarias, con su universal Salve, adornaron una noche de enorme autenticidad rociera y plena de emociones

El lleno absoluto que presentó ayer la bodega La Concha fue el mejor testimonio de la expectación que la cita rociera con Los Doñana había despertado tanto en Jerez como en muchas ciudades y poblaciones rocieras del entorno, especialmente en su pueblo natal Sanlúcar de Barrameda. Fue un pregón pleno de rocierismo como no podía ser menos.

Pero al mismo tiempo fue un espectáculo diferente y singular, saliéndose de las rigideces de un acto de estas características, jugando a favor del consagrado grupo las distintas intervenciones musicales que protagonizaron y que fueron los grandes momentos de lo que sucedió desde cerca de las nueve de la noche hasta pasadas las diez y cuarto de la noche. Magnífico es el mejor calificativo que merece el esfuerzo que hizo ayer Los Doñana. No se guardaron nada.

Se entregaron como rocieros y artistas. Dieron lo mejor de sí mismos y de ello se dio cuenta la audiencia que no ahorró aplausos, olés, compases por bulerías y todo lo que desde las incómodas sillas, ocupadas desde mucho antes del inicio, por el respetable.

La decoración de La Concha siguió presentando la estética de años anteriores con un dosel de fondo, cedido un año más por la hermandad del Cristo de la Expiración, con el cuadro de la Virgen y un óleo con escena del camino, por petición de los pregoneros, todo completado con una carreta de la hermandad y el arreglo floral de costumbre imperando el color morado de Jerez. En pocas palabras con el gusto que le pone a estas cosas el prioste Fernando Calderón.

El pregón reunió a los habituales de la junta de gobierno de la hermandad, hermanos de otras hermandades rocieras, representantes de la hermandad sanluqueña, la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, y la delegada de Fiestas de Sanlúcar, así como la delegada municipal de Cultura, Dolores Barroso. En nombre de González Byass estuvo su presidente Mauricio González Gordon, además de la presidenta del PP, María José García Pelayo, y del diputado del mismo partido, el jerezano Aurelio Romero. Como no podía ser menos, el hermano mayor de Sanlúcar, Eusebio Acosta, fue el embajador de su gente rociera, madrina de Jerez. No faltaron casi ninguno de los rostros del rocierismo jerezano en este primer pregón que pronuncian Los Doñana como tales y en el año en el que celebran cuatro décadas en los escenarios.

Todo empezó con una 'procesión' de entrada en la que dos piteros escoltaron a los pregoneros hasta que se sentaron frente a una mesa en el atril. El hermano mayor hizo una introducción. Detrás, Álvaro Domecq tuvo a su cargo la presentación, no en vano él y su familia compartieron hace muchos años varias romerías con Los Doñana en su casa y en el camino. Precisamente en esa relación residen los recuerdos y vivencias del grupo con la hermandad de Jerez, en un época en la que el Rocío era mucho menos multitudinario y más íntimo.

Domecq recordó aquellos años de camino y dejó claro que la cita de ayer era para hablar de la Virgen. Noches de cante, de intimidad junto a la candela, y de vivencias en una carrera pequeñita en esos caminos llenos de soledades que hasta cierto punto son añorados por Domecq. No faltaron las anécdotas simpáticas que contó a una audiencia entregada de principio a fin. Fue una presentación diferente que despertó la risa y el aplauso hacia un rociero que lo ha sido todo en la hermandad y sigue siendo todo un ejemplo a seguir en lo que al Rocío y a la Virgen se refiere.

Sonaron las campanas de la ermita y los piteros entonaron el toque de alba. Sonó la guitarra y el compás por fandangos y las voces de Juan Antonio Muñoz 'Pichuli', Manuel Escobar, Paco Lola y Fernando Guzmán que comenzaron su pregón cantando esa pieza de su misa rociera:"Silencio en las marismas, la Virgen está bajando del cielo para salir de romería para ser Patrona de Almonte y reina de Andalucía", "La historia de un almonteño que salió de cacería", y así empezó el pregón con esas sevillanas universales. A Pichuli se le rompió la voz de emoción cuando habló de Jerez de sus flamencos, de sus caballos, de Rafael de Paula, de la Virgen "que he llevado en mis hombros", me gusta su nombre "Rocío que quien pronuncia su nombre está más cerca del cielo". Y mucho más recitó Pichuli en los versos iniciales, llevando la manija del pregón en sus comienzos. "Jerezana flamenca vente a la grupa y vamos al camino" fue otra de las sevillanas que continuaron los guiños a la gente de Jerez, una constante en todo lo que regalaron en verso y cante. Pichuli siguió idealizando el camino de Jerez desde su salida hasta el final. Y las plegarias también impusieron el silencio y la emoción.

Lo que quedó meridianamente claro es que Doñana forma parte de lo mejor de la historia de la sevillana y la copla rociera. Fue un placer volver a escuchar letras y compases perdidos en el tiempo pero siempre muy presente en el sentimiento del romero, las cuales más que sevillanas son oraciones para rezar a la Virgen. Esas mismas que se escuchan en las noches frente al Simpecado. Otro momento que sobrecogió fue el recuerdo a los ausentes. Entre sollozos y lagrimas, Pichuli invitó a sus compañeros a cantar el Padrenuestro de su memorable misa rociera, una pieza indiscutible en el universo del Rocío cuyas composiciones sólo rivalizan con lo mejor que han parido el ingenio de los mejores juglares del rocierismo. "Ya están tocando al alba los tamborileros" por bulerías, una letra que siguió exaltando a Jerez: "Racimos de uva y lirios morados adornan la carreta del Simpecado". La Virgen, como ya anticiparon, fue el epicentro del pregón ya fuera cantando o versificando. El camino pregonero siguió avanzando por los momentos y etapas de la romería, con la llegada de la Virgen a Jerez: " Grita el hermano Mayor ya viene, la traen los almonteños en una nube por el Real. El cura sobre los brisas le rezaba una Salve y el pueblo jerezano le cantaba y no le pude cantar porque su mirada se me clavó y me hizo un nudo en la garganta. La Virgen se fue alejando".

"Viva la Virgen de la Merced, viva la Virgen del Rocío, viva la hermandad de Jerez y viva Sanlúcar". Así fue el casi final porque era absolutamente inevitable que todo se rematara con la Salve de Los Doñana que las centenares de personas que dentro y fuera de la Concha entonaron.

Los olés sonaron con fuerza. Nadie pudo contener las ganas de acompañar las voces de los cuatro protagonistas de una noche inolvidable que puso más cerca la romería que para Jerez empieza el 19 de mayo. Y como todo estuvo fuera de la ortodoxia pregonera, hubo postres con sevillanas de toda la vida como "amigo tú eres mi amigo con amistad verdadera, y siempre luces conmigo tu amistad, por ti levanto mi copa con mis cinco sentidos". Adiós Doñana y hasta siempre.

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