Jerez

La joya de la corona

Ocho siglos de historia bien merecían un esfuerzo. Divisar entre las almenas de la torre octogonal la línea azul al fondo de la Bahía desde el punto más alto de la ciudad, 81 metros sobre el nivel del mar; pasear entre hierbas aromáticas, árboles frutales y hortalizas en el huerto andalusí; evocar las antiguas estancias en las que se distribuía el Pabellón Real; hacer el paso de ronda junto a la Alameda Vieja; recrearse ante la noria que surtía de agua a los baños árabes... Todo esto ya es posible en el conjunto monumental del Alcázar de Jerez, recuperado para la causa turística aunque rehabilitado de manera integral, sobre todo, como parte esencial del legado patrimonial de la ciudad. Cinco años después de las últimas intervenciones que se acometieron en el lienzo de la muralla anexa al Patio de San Fernando, el recinto fortificado tiene ahora continuidad, un recorrido único, tanto en el plano de la investigación como en el de la musealización. A las grandes atracciones restauradas, tras una inversión cercana al millón de euros, también se suma un impresionante yacimiento arqueológico en el que incluso se lanza un interrogante: "¿Existió un Alcázar pre-almohade anterior?" La historia de Jerez continua reescribiéndose en el tiempo conforme surgen nuevos hallazgos. "La visita durará ahora no menos de una hora, hay un recorrido definido y, por ejemplo, será la primera vez que pueda subirse a dos torres andalusíes del recinto", comenta ilusionada Milagros Abad, directora del conjunto monumental.

Fue, junto al arquitecto municipal Ramón Díaz Pinto, la 'cicerone' del recorrido inaugural del 'nuevo' Alcázar. La rehabilitación de la 'joya de la corona', que ahora duplica su superficie visitable hasta llegar al 80%, fue presentada ayer en sociedad en un acto que presidió la alcaldesa, Pilar Sánchez, y que contó con la presencia del delegado provincial de Turismo, Comercio y Deportes, Manuel González Piñero, y numerosos representantes del sector hotelero y hostelero de la provincia. "Hay que intentar que todos los jerezanos, pero también toda la provincia, asuman como suyo esta parte de la historia", reseñó el delegado del Gobierno andaluz, que ha aportado 110.350 euros, a través del Plan Turístico de jerez, para la recuperación del huerto, el Pabellón Real, el aljibe y la torre octogonal.

Para la restauración de la noria y la zona trasera de los bañes árabes, la actuación más compleja, ha sido necesaria una inversión total de 824.350 euros, que el Ayuntamieno ha sufragado gracias al 'Plan E 2009' del Gobierno central. En este apartado, los trabajos, llevados a cabo por la empresa Cyes durante el último año, han consistido en la excavación arqueológica, restauración y rehabilitación de la noria y zona trasera de los baños, la consolidación estructural de los muros califales, almohades y cristianos, y la construcción de una pasarela de madera que permita la visita sin dañar los elementos arqueológicos.

"Estamos ante un conjunto monumental de primer orden y uno de los más importantes de Andalucía", exclamó Sánchez en sus declaraciones a los medios en plena torre octogonal de la fortaleza almohade del siglo XII. Tras resumir la importancia y el valor de una actuación que "viene a reforzar y refrendar el patrimonio de la ciudad y Jerez como destino turístico singular, lo que nos permitirá generar riqueza y empleo", la alcaldesa de la ciudad expresó la importancia "estratégica" que tiene para su gobierno la recuperación del patrimonio de la ciudad. "Fue, junto con las inversiones en los barrios, un objetivo que nos marcamos desde el principio", dijo Sánchez, que acudió acompañada a la inauguración por sus delegados de Urbanismo, Turismo y Cultura, Juan Pedro Crisol, Juan Manuel García Bermúdez y Dolores Barroso, respectivamente. Esta ampliación -abundó Sánchez- supone "un salto cualitativo y cuantitativo" en el proceso de conservación de este conjunto monumental. "Hablamos de un recurso turístico de primera magnitud, que con la incorporación de esta nueva zona visitable, conseguimos dotar de mayor valor e interés", ultimó.

Desde la adquisición del conjunto del Alcázar por parte del Ayuntamiento en 1968 se han venido produciendo una serie de intervenciones con la finalidad de la conservación de los restos arqueológicos y arquitectónicos presentes en el recinto y de la correcta musealización de los mismos. Es ahora, 42 años después, cuando la visita alcanza toda su dimensión. En cualquier caso, aún resta por dotar al complejo del proyecto de Centro de Recepción de Visitantes, que quedó paralizado por una serie de hallazgos arqueológicos que aparecieron en la zona en la que estaba previsto construirse. Esta inversión, consignada desde 2007, previó un edificio de nueva planta, de unos 310 metros cuadrados de superficie, reutilizando los restos de la nave-almacén y parte de los terrenos sin edificar situados tras el costado Norte de la Mezquita, con fachada a los jardines del antiguo teatro Eslava. En el centro estaba previsto incluir una amplia recepción; espacio de acogida o vestíbulo; aseos públicos; tienda de souvenirs y librería; espacio multiusos para sala de audiovisuales, charlas y conferencias; y aula didáctica; mostrador de atención al público, almacén y servicio del personal. Ahora el gobierno local estudia la posibilidad de trasladar el proyecto a los bajos del Palacio de Villavicencio, integrado dentro del conjunto monumental almohade.

En el acto de ayer también pudo verse al presidente de Horeca, Antonio de María, y miembros de la patronal hotelera y hostelera como el jerezano Faustino Rodríguez; el presidente provincial de la Asociación de Hoteleros, Antonio Real; el presidente de Acoje, Fernando García; y el director del Hotel Sherry Park, Gonzalo Galera.

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