Colegio Público Federico Mayo

Unas obras de mejora que le han dado otra 'cara' al centro

  • El colegio, enclavado en la zona Sur, se beneficia, al igual que todos los demás pertenecientes al mismo distrito, de un Plan de Compensación Educativa

El colegio público Federico Mayo se encuentra en la zona Sur y al igual que los demás centros docentes de este distrito, se beneficia de un Plan de Compensación Educativa aprobado por la Consejería de Educación, según explica su directora Francisca Heredia.

El centro se construyó en la década de los años 50 y en su origen fueron dos colegios independientes, uno de niños y otro de niñas, "muy al uso de la época. Ambos centros estaban separados por una calle, que hasta la remodelación del colegio durante el curso pasado, aún era claramente visible con sus adoquines y aceras".

La unión de estos dos colegios en el actual Federico Mayo se produjo en la década de los 70, cuando pasó a ser mixto de niños.

Como refuerzo del personal docente, el centro cuenta con un equipo de maestros de apoyo para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo que consta de una logopeda, dos maestras de apoyo a la integración, una maestra de apoyo por Educación Compensatoria, una de apoyo a Infantil y otro a Educación Primaria. También cuenta con una monitora para el alumnado de necesidades especiales.

Además del personal docente, en el colegio trabaja un considerable número de personas dedicadas a las labores de limpieza, comedor y portería. Asimismo, está acogido al Plan de Apertura de Centros y dispone de los servicios de aula matinal, comedor y actividades extraescolares. También es Centro TIC.

Por otro lado, se llevan a cabo desde hace seis años los programas de acompañamiento por las tardes para el alumnado de tercero a sexto de Educación Primaria que requiere una ayuda en sus tareas escolares.

Según su directora, el colegio se caracteriza "por la diversidad de su alumnado y por la buena convivencia que existe entre ellos". Asimismo, asegura que "las relaciones entre el centro y las familias del alumnado son de colaboración mutua". No en balde existe una Asociación de Padres de Alumnos (Ampa) muy activa, presidida por Andrea Lazo Jiménez, que tuvo un papel muy importante en la reivindicación de las obras de mejora que se realizaron de 2008 a 2010. Esta intervención, que supuso un incremento considerable en la calidad de las instalaciones, se realizó en dos fases y tuvo un presupuesto total de 712.664, 93 euros.

Andrea Lazo ratifica que "la relación con los profesores es muy buena y procuramos estar constantemente en contacto con ellos y es un profesorado muy competente".

El equipo directivo del colegio está formado por la directora, la jefa de estudios, Inmaculada Virués Romero y la secretaria, Elena Comesaña Caballero, que viene desarrollando su labor directiva desde hace seis años. La jefa de estudios y la secretaria compaginan además sus labores administrativas con la docencia directa, pero no la directora cuya labor se centra en tareas administrativas, organizativas y de coordinación entre los distintos sectores de la comunidad educativa y las instituciones locales, provinciales y autonómicas.

"Las tres -dicen- tenemos una larga trayectoria docente y sobrada experiencia en el colegio. Sobre todo -asegura la directora- cuidamos mucho la relación con las familias".

Ella llegó al Federico Mayo en el 91 para ocupar una plaza de Primaria y tiene el cargo de directora desde hace seis años. "Hay momentos -dice- en que me iría de cabeza a dar clases, porque me gusta mucho el contacto con los niños".

En su opinión, "la principal virtud de un director debe ser conseguir un espíritu de colaboración entre todos porque de lo contrario, se consiguen muy pocas cosas".

Asegura que no tiene quejas ni del Ayuntamiento ni de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía "y después de lo bien que nos han puesto el colegio -señala- me llevo mejor todavía".

En cuanto a los cambios experimentados por los alumnos con el paso del tiempo, dice que "son los padres más bien los que van evolucionando, porque los niños son producto de lo que ven en sus casas. Saben todos sus derechos pero nadie les ha hablado de la palabra deber y eso es un mal muy extendido".

Entre las necesidades que tienen actualmente, Andrea Lazo dice que "nos hace falta un salón de actos , pero la verdad es que no hay espacio para hacerlo".

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