Cultura

"Jerez, y es vergonzoso, tiene que envidiar la conservación del patrimonio de Bornos"

  • La jerezana presenta un libro sobre la obra civil y doméstica bornense, fruto de un pormenorizado y peculiar estudio que duró dos años y que le llevó a recorrer la localidad casa por casa

Uno de los deportes favoritos de la historiadora jerezana Esperanza de los Ríos Martínez es 'patearse' las ciudades, los pueblos, empaparse de su arquitectura, aprender de su patrimonio, memorizarlo como si fueran recuerdos agradables. Tanto es así que es doctora en la materia y profesora en la Universidad de Bellas Artes de Sevilla. Hace más de dos décadas se dio el paseo más largo de su vida: analizó durante dos años Bornos, casa por casa, edificio por edificio del casco histórico. De allí surgió un estudio que ahora ha presentado en versión libro, 'La arquitectura civil, doméstica y religiosa en la villa de Bornos' (Remedios 9), que cuenta con las fotografías de Fernando Aroca y el diseño y las viñetas de José Mateos. Esperanza es, junto a José Manuel Moreno, creadora del polémico blog jerezpatrimoniodestruido.blogspot.com.

-¿Cuál es el origen de este estudio sobre Bornos?

-Surgió como un informe adjunto a las normas subsidiarias que eran el equivalente al PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Bornos. Se trataba de que el Ayuntamiento tuviera claro qué elementos, qué casas había que proteger y qué era fundamental conservar en cada edificio. El consistorio se esperaba un pequeño trabajo de 50 folios y se encontró con tres tomos (uno de fichas, otro de fotografías y un tercero de texto) y dos años de trabajo, del 87 al 89. A pesar de que fue duro, me encantó este trabajo porque descubrí cosas muy interesantes.

-¿Por ejemplo?

-Particularidades como las estructuras de las casas o la forma de construir los edificios. Desde mi punto de vista se tenía que conservar todo.

-¿Por qué decidió convertir aquel estudio en este libro?

-Siempre fue mi ilusión que de alguna manera aquello viera la luz. Lo hice hace tanto tiempo que estaba escrito a máquina. Lo tuve que pasar a ordenador. Intenté que la Diputación de Cádiz me lo publicara, pero al final vi la oportunidad en la editorial jerezana 'Remedios 9'. Este estudio estuvo a punto de ser mi tesis, que al final se centró en la arquitectura jerezana. No lo fue porque por entonces hacía falta que los trabajos tuvieran bastante documentación y eso fue complicado porque el Archivo de Bornos ardió en la primera mitad del XIX. Hoy no hubiera sido un problema.

-¿Cómo fue aquel trabajo?

--Fue una trabajera gorda, un trabajo de campo, casa por casa y calle por calle del casco histórico. Cogí el Diario de Bornos y empecé por la calle Alta hasta la última, la Veracruz, por orden alfabético y por el número 1. Había que llevar un control e ir examinando los edificios principales, religiosos y civiles. Se levantaron planos de la mano de Luis Aguilera, el arqueólogo municipal. Este trabajo fue un encargo del Ayuntamiento al arquitecto encargado de redactar las normas subsidiarias, quien a la vez necesitaba un historiador. Y me llamaron a mí.

-Se puede decir que conoce Bornos como su propia casa... De hecho, los vecinos le habían puesto hasta un mote, La Pelaíta.

--Sí, es cierto (ríe). Me lo pasé muy bien y la gente me enseñaba hasta el último rincón de la casa. La gente no pudo ser más amable. Hay casas muy interesantes, en unas parcelas muy antiguas, sobre todo, las que están dentro del recinto de la muralla, incluso las que se hicieron después de los siglos XVI y XVII. Son casas muy estrechas, alargadas y profundas. Primero tienen un zaguán, luego un pasillo con habitaciones a los lados, otro trozo de pasillo, un patio con habitaciones alrededor, otro pasillo y un patio trasero. Detrás de la casa incluso había antaño establos o una huerta. Hay que tener en cuenta que estas viviendas atraviesan una manzana. Entras por un lado y sales por el otro. De hecho, tras la presentación del libro, (que fue días atrás en Bornos) un hombre mayor me comentó que recordaba cómo su abuelo atravesaba toda la casa hasta llegar al establo en mulo, que ni siquiera se bajaba de él. Para la publicación de este libro volví a recorrerme Bornos por si tenía que actualizar algo, pero no fue necesario.

-¿Ha encontrado alguna similitud con las viviendas jerezanas?

--Bueno, la Casa de Ordóñez se asimila a una cierta tipología de casa jerezana, ya que tiene hasta su bodega, como en el Jerez de los siglos XV y XVI. Aunque la casa jerezana no es tan larga. Hay que tener en cuenta que Bornos es un pueblo más de campo y aunque Jerez era agrícola, las viviendas terminaron siendo más urbanas.

-Respecto a la conservación del patrimonio, ¿qué tiene que envidiarle Jerez a Bornos?

--Mucho, para vergüenza de Jerez. Bornos se conserva bien y el casco también, no se merece un blog (jerezpatrimoniodestruido.blogspot.com) como el que le estamos dedicando a nuestra ciudad.

-¿Le gustaría hacer un estudio tan pormenorizado sobre Jerez?

--Sí, me encantaría. Espero que nuestro blog, que va estupendamente, sea un germen del catálogo de la arquitectura jerezana, que ya hace falta uno bien hecho. Por lo pronto en Jerez tendríamos que agradecer que nos quedáramos como estamos, o como se diría, "virgencita que me quede como estoy".

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