tribuna libre

Ignacio Arrabal / Escritor

Del interior de los versos

Alfredo Rodríguez (Pamplona, 1969), escribe desde ese lugar de la existencia donde habita el respeto por la poesía. Y lo hace con un verso conmovedor y emocionado, con la imperturbabilidad del espíritu sereno. En su nuevo poemario, 'De oro y de fuego' -una bellísima edición de la editorial sevillana Los Papeles del Sitio-, el relato íntimo de Alfredo Rodríguez se une, de forma magistral, a su propia vida. Poemas en ocasiones de tono elegíaco, otras fruto de la observancia de su apreciación vital: Me creían presa fácil del tiempo / quienes dejaron traza de mi paso. La franqueza con que busca el álgebra perfecta del verso es, probablemente, poesía y literatura en estado puro. La habilidad observadora que muestra con su propia memoria es de una lírica incuestionable. Sin saber exacto en qué año nací / ni donde fui enterrado. De esta forma, todos los resortes de la existencia entran de lleno en sus versos y lo inundan con el caudal inagotable de la palabra exacta. En el prólogo del libro dice José Luis García Martín: "Alfredo Rodríguez escribe desde entusiasmo", a lo que yo añado que también lo hace desde el hondo compromiso con la certeza y la cordura. Que tu júbilo no conozca límites / nada esperes ganar de la concordia / y sí todo del miedo y el desorden. Alfredo Rodríguez juega con la figura del poeta y con su espejismo renovado en cada verso, sumergiéndonos, de forma brillante, en su mundo particular y estético, donde convergen las ilusiones, la desesperanza, el deseo y la vileza de cada día, y lo hace no desde el rencor o el abatimiento, sino desde la convicción personal de que el mundo es un lugar que aún esconde paisajes hermosos donde rendir tributo a la poesía o, lo que es lo mismo, a la fervorosa dicha de estar vivos y contarlo. En definitiva, un poemario fundamental de una de las voces más imprescindibles del panorama poético actual.

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