A rienda suelta

Francisco Reinoso

Soledad

"NO te van a defender ni la derecha ni la izquierda". Le decían ante la negativa a secundar una acción injusta. Fue considerado ajeno a la clase obrera debido a su trabajo en la banca. Cuando hablaban de pederastia eclesial lo miraban como si fuera responsable al ser católico. Pero algunos católicos lo consideraban fuera, porque discutía la infalibilidad papal. Una feligresa católica le espetó: "Si no eres creyente, ¿por qué comulgas?". En las comidas con amigos, guasonamente, le pedían la bendición de la mesa. Era sospechoso de misoginia cuando criticaba alguna acción de alguna mujer importante. Padeció muchas veces la soledad absoluta. También Blas de Otero vivió la soledad ante Dios: "Alzo la mano, y tú me la cercenas. /Abro los ojos: me los sajas vivos. /Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas. / Esto es ser hombre: horror a manos llenas. /…"

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios