ESPAÑA es rica y el Estado español es pobre. Los diferentes gobiernos desde la dictadura del general Franco hasta hoy no han recogido, a través de los impuestos, los suficientes recursos para sostener los servicios públicos. Los diferentes gobiernos conservadores han cargado la parte mas grande de los impuestos sobre las rentas del trabajo y han disminuido sobre las rentas del capital (impuesto de sociedades, SICAB…). Los trabajadores, los autónomos han aportado a los gastos del Estado un porcentaje más alto que las empresas. No es que los españoles hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino que el Estado tiene de las tasas más bajas de fiscalidad y los mas altos de fraude de los países del entorno europeo. Los impuestos directos, sobre la riqueza, están por debajo de la media europea. Hay que subir los impuestos sobre la riqueza y bajar el IVA sobre consumo.