Xerez CD

Triunfo del xerecismo de base

  • Una junta que parecía casi de trámite pone en peligro la existencia del club al plantear Luz Costa reducir la presencia de consejeros municipales y de la Fundación · Tras duras negociaciones, las partes pactan 5 y 4

No hay junta general de accionistas del Xerez CD que transcurra por cauces normales y la de ayer no fue una excepción. Lo que debía ser una junta tranquila, sin grandes sobresaltos, una vez solucionado el ‘conflicto’ con Energy, grupo al que no se le permitió la entrada con el auto de la jueza sobre los derechos políticos de las acciones, casi termina poniendo en peligro la existencia de la entidad en un abrir y cerrar de ojos.

 La aprobación de las cuentas parecía el punto del orden del día más problemático. Nada más lejos de la realidad. Una vez que Antonio del Puerto, administrador concursal azulino, defendió sus números y su gestión en el plano económico, se llegó al momento cubre de la junta.

Rafael Mateos puso sobre la mesa el tercer punto en el orden del día, fijación del número de consejeros y ceses y nombramientos, en su caso, d  e consejeros.

Óscar Arredondo, representante de Luz Costa, propuso un consejo formado por siete miembros y que su representanda tenía derecho a seis y que cedía uno a la Fundación.

A partir de ese momento, caos total y pérdida de papeles casi por parte de todo el mundo. Los accionistas minoritarios presentes en la sala no daban crédito y su indignación fue monumental. No entendían como Luz Costa eliminaba de un plumazo la representación municipal del consejo incumpliendo el convenio con el Ayuntamiento.

Antonio Millán, consejero azulino en reprsentación de Comujesa, además de mostrar su asombro por la medida reclamó un consejero más para la Fundación tanto en base al número de acciones como a las promesas realizadas por Joaquín Morales.

El intercambio de ‘golpes’ entre una parte y otra luchando por fijar el número de consejeros que más le convenía fue total y, entre tanto, ni Rafael Mateos ni Óscar Arredondo eran capaces de sacar adelante la situación, llegando a reconocer que no conocían los términos del contrato con el Ayuntamiento.

El presidente azulino, en un primer momento, lanzó una frase que asombró a la sala. “No conozco el convenio al dedillo y no sé si se está cumpliendo”, para luego tener que matizar sus palabras. Rectificó a tiempo y se dio cuenta de lo mucho que había en juego.

El caos fue tan importante, que la junta se suspendió durante casi una hora, espacio de tiempo que aprovecharon las partes para realizar llamadas de todo tipo en busca de la mejor solución.

En esos momentos, la vida del Xerez pendía de un hilo. Si la representación municipal era eliminada del consejo, el futuro más que negro era negrísimo.

Después de mucho debatir y tras varias llamadas a Joaquín Morales, Luz Costa accedió a mantener el consejo con 4 y 3 pero con la figura de consejero delegado, algo que tampoco estaban dispuestos a aceptar los representantes municipales  ni la Fundación, después de las promesas del nazareno.

Las deliberaciones continuaron y al final se apostó por la propuesta de la Fundación y del Ayuntamiento, que abogaban por un consejo formado por cinco representantes de Luz Costa y cuatro del Ayuntamiento y la Fundación. Francisco Javier López Ballesteros, que no acudió a la última junta pero sí a la de ayer, dio un paso al frente y zanjó la polémica. Encajó el golpe que los minoritarios le dieron al accionista mayoritario y recomendó a Arredondo aceptar la propuesta.

El debate terminó con triunfo del xerecismo de base. El nuevo consejo del Xerez estará formado por nueve miembros, cinco representarán a Luz Costa, uno al Ayuntamiento, otro a Comujesa, uno a la Fundación y otro a la Federación de Peñas, que fue designada porque es persona jurídica.

Todos se quitaron un gran peso de encima cuando la propuesta aprobada por unanimidad. Tanto, que hasta Rafael Mateos solicitó un aplauso para la medida adoptada. Y es que durante más de cuarenta y cinco minutos le tocó bailar con la más fea y no paró de solicitar que se adoptara una solución salomónica antes de que se rompieran las negociaciones entre las partes...

Joaquín Morales, que siguió todos los movimientos de la junta, explicó ayer que “todos los pasos que se han dado hay que mirarlos desde el lado positivo. Lo hemos hecho todo por el bien de la entidad. Ahora, sólo falta el auto de la  jueza para empezar a andar”.

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