En pararelo

Aula magna de cante y vino

  • 'Flamenco & Sherry Experience' congrega en González Byass a más de ciento cincuenta personas y firma un estreno prometedor

Una de las propuestas más innovadoras de la presente edición del Festival de Jerez, 'Flamenco & Sherry Experience', congregó ayer a casi ciento cincuenta personas en la bodega 'La Constancia', que se convirtió en una improvisada aula magna para aprender del conocimiento de Antonio Flores, enólogo de González Byass, José María Castaño, crítico flamenco, y Fernando de la Morena, cantaor. Los tres, además de la guitarra de José Ignacio Franco, sumergieron al nutrido público en un viaje por el vino y el cante que se prolongó por espacio de hora y media y que sirvió para acercar un poco más a dos de los pilares más sobresalientes de esta ciudad.

El formato está bien diseñado, y consta de una explicación profunda basada en los sentidos, vista, olfato y paladar, a cargo del enólogo de la bodega, sobre cada uno de los cinco vinos a tratar, que se completa con una identificación de éste con el cante, en esta ocasión pronunciada por Castaño. El postre corre a cargo de Fernando de la Morena y José Ignacio Franco, dos artistas en buena sintonía y que sacaron algún que otro olé a lo largo de la jornada.

Cinco son los vinos a degustar y a analizar, Tío Pepe, "el sol de Andalucía embotellado", como recordó Flores en alusión a aquella mediática campaña de Luis Pérez Solero, el Viña AB (amontillado); Alfonso (oloroso), Leonor (Palo Cortado) y Solera 1847 (dulce).

El enólogo jerezano dio una auténtica clase magistral explicando a la perfección cada uno de los secretos de cada vino y haciendo partícipe al público de cada afirmación que ofrecía.

Castaño, por su parte, entroncó con soltura cada vino a cada cante, el Tío Pepe con la bulería de Jerez, trágica y seca; al Viña AB, que está entre dos vinos, con la bulería por soleá, también entre dos palos; y el palo cortao, el denominado "vino rebelde", con la seguiriya, porque "para cantar por seguiriyas hay que ser rebelde".

De una manera viva y ágil, las explicaciones tenían siempre como colofón el cante de Fernando de la Morena, de menos a más "porque no se puede cantar a las doce", admitió entre risas. El de Santiago se despidió con dos 'fandangazos' y la sala al completo agradeció su quehacer junto al de su guitarrista, ejemplar toda la tarde. Como colofón, José María Castaño fue homenajeado por sus 20 años al frente del programa 'Los Caminos del Cante' llevándose el calor de amigos y visitantes.

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