Begoña es la hija más peculiar de la familia Ruiz-Mateos: Segunda de las siete hermanas, tras su matrimonio con el barón Carlos Perreau de Pinnink, casó en segundas nupcias con el empresario inmobiliario italiano Antonio Biondini, un hecho que podría parecer anatema en una familia de fuerte convicción religiosa que defiende con firmeza la indisolubilidad del matrimonio. Y segundo, porque ha sido la hija que ha roto la piña familiar de quien fuera el primer magnate español en los años ochenta. Begoña acusa a sus hermanos Zoilo, José María, Alfonso, Javier, Álvaro y Pablo de fraude y otros delitos y les exige 26 millones de euros y estos, a su vez, responsabilizan a su padre del desastre de Nueva Rumasa. Ya son tres las querellas en curso contra los seis hermanos interpuestas por los Biondini, ahora en una situación económica más que complicada.

-¿Sigue siendo Begoña la 'abeja' negra de la familia?

-Por supuesto que sí, según lo que le dijo su madre antes de navidad: Tiene prohibida la entrada en casa de su padre. Teresa le dijo a Begoña que si pisa la casa de su padre llama a la policía. ¡Alucinante!

-¿Cómo es ahora mismo la relación con su madre y hermanas?

-No existe absolutamente ninguna relación con su madre desde hace casi tres años. Mi suegra nunca ha soportado que mi mujer y su padre hayan tenido un feeling; se entienden por carácter, por genes. Begoña nunca trabajó en Nueva Rumasa, dicho sea de paso, no porque ella no quisiera sino porque su padre no se lo permitió. Son muy parecidos de caracteres: optimistas, simpáticos, nada complicados y se llevan muy bien. Mi suegra eso no lo tolera, quizás haya otro motivo que desconozco, pero el caso es que desde que empezaron los problemas de ajustar el cinturón, la relación entre ellos se complicó. Mi suegro venía continuamente a casa, lógicamente hizo que tuviera una relación intensa con mi mujer. En octubre del 2012 pusimos la querella y al día siguiente la madre de Begoña le llamó y le dijo que como volviera a entrar en su casa, porque ella iba a ver a su padre todos los días, llamaba a la policía.

-¿Y ahora?

-Ahora cada vez que tiene oportunidad habla de su hija como si fuera Satanás, sea a quien sea. También de mí que, entre otras cosas, dice que me casé por dinero, cuando me deben mucho dinero y lo que es más ruin, a seis de sus nietos, que suman los cincuenta y cinco, los tiene olvidados, han desaparecido para ella ya que son de Begoña. No existen. No sabe nada de ellos. ¿Es esto una madre?, ¿una abuela?

-Las hermanas...

-Con las hermanas, Begoña ha sufrido también mucho. Se llevaba muy bien con dos, pero desde que se interpuso la querella en octubre del 2012 tampoco hay relación. Hay que recordar que al día siguiente de publicarse en un medio informativo la querella, las cinco hermanas, excepto Socorro, se manifestaron en contra de su hermana, afirmando que era absolutamente falso todo lo que se decía en ella. Nos sorprendió mucho, ya que ellas no tenían la copia de la querella; una vez más nos dieron la prueba del fariseísmo que reina entre ellos. Mi mujer y yo nos preguntábamos antes, ya no lo hacemos, porque las sospechas son evidentes, del porqué ellas no se enfadan y les exigen a sus hermanos los compromisos adquiridos en el 2004, donde mi suegro hizo la repartición familiar: todas las empresas a sus seis hijos y a sus siete hijas las compensaba con inmuebles y entregas esporádicas según el valor de las acciones del grupo. No fue así, nunca les dio el dinero en metálico de lo que supuestamente valían las empresas del grupo, sino además de los dos inmuebles que les 'regaló', lo cual es falso. La palabra exacta es hipotecó. Lo hizo con las siete, asegurando que Nueva Rumasa se hacía cargo de la hipoteca.

-¿Qué ha ocurrido con esos dos inmuebles?

-Al día de hoy esos dos pisos se encuentran con una deuda superior al precio de compra del inmueble y con el agravante de que tienen garantía personal en la hipoteca de mi mujer, además de estar embargados por la Audiencia Nacional por 30 millones de euros. Evidentemente algo que desconocemos existe, pues las siete tienen o tenían las mismas condiciones en el reparto que se hizo en el 2004 y no protestan sino que además insultan a su hermana.

-Begoña, como sus hermanos, ha estado siempre apartada de los negocios familiares. Pero, ¿sabía qué ocurría algo?

-Sí, mi mujer ha sido educada de esa forma, pero ella es una mujer con una gran capacidad tanto en el orden familiar como profesional. Es inteligente y es muy trabajadora. En el 2004, las mujeres renunciaron. En el caso de mi mujer, no renunció, sino que le obligaron a renunciar, ya que ella siempre quiso quedarse dentro del grupo Nueva Rumasa. Además de lo que ya comenté en la pregunta anterior, la casa donde actualmente vivimos estaba pagada prácticamente y Nueva Rumasa la hipotecó por 1.200.000 euros, y desde hace tres años no hacen frente a la cuota correspondiente de la hipoteca.

-¿Ha perdonado a sus hermanos?

-Ella está educada de una forma distinta que yo. Mi mujer es extremadamente buena, pero para nosotros los italianos, es una traición familiar. Para mí, la familia es sagrada. Quien traiciona a un hermano, cuñado, nietos, sobrinos... no se merece ningún perdón. La traición familiar, para mí , no tiene perdón.

-¿Invirtieron en Nueva Rumasa?

-Yo no invertí en Nueva Rumasa, yo no compré pagarés, yo les di un millón de euros en el 2005 cuando me casé con mi mujer para cancelar la hipoteca de la casa que habían hipotecado los hermanos Ruiz-Mateos, pero me dijeron que podía estar tranquilo, que no pasaba nada... Ellos se quedaron también con mi dinero. Además de esto y gracias a mi intervención, lograron comprar Parmalat/España (Clesa, Cacaolat; Letona, Helados Royne...). Les gestioné este asunto desde 2005 hasta que lograron comprar el 4 de julio del 2007. Por esta gestión que hice no recibí ni un euro y la cosa mas absurda es que estoy demandado en Italia por los profesionales y abogados que hicieron la operación. Me demandaron por 1,8 millones, ya que los hermanos, en concreto José María junior, no pagaron los honorarios a los profesionales italianos. Ahora tengo todas mis propiedades embargadas en Italia por esta situación. Creo que un grupo de terroristas islámicos me hubieran hecho menos daño...

-¿Cómo cree que se haya llegado a esta situación?

-Nuestro punto de vista es que los hermanos Ruiz-Mateos no supieron gestionar el grupo Nueva Rumasa. El grupo se derrumbó por una mala gestión, y sospechamos por una masiva salida de dinero de las empresas del grupo. Mi opinión es que cuando un padre quiere regalar un 'Ferrari' a sus hijos, antes debería saber si son capaces de conducirlo, y los hijos que recibieron el 'Ferrari' debían de haber sido más honestos diciendo a su padre que no eran capaces de conducirlo. Los hermanos no supieron gestionar; esto me lo dijo mi suegro miles de veces en los últimos tres años, cuando venía a mi casa llorando y maldiciendo a sus hijos. Mi suegro nunca estuvo de acuerdo en vender el grupo Nueva Rumasa a Ángel de Cabo; creemos que los hijos y Alfonso Barón engañaron al padre.

-¿Actuaron los hijos a espaldas del padre?

-Desde el año 2004, los hermanos gestionaron las empresa del grupo. Mi suegro estaba al frente, sin lugar a dudas, pero no llevaba la gestión operativa del grupo. Para eso estaban sus seis hijos y unos directores generales. Ya no despachaba con los directores sino con sus hijos que, seguramente, tomaba sin duda decisiones, pero no sabemos qué es lo que le informaban sus hijos con respecto a la situación económica real de las empresas. Los directivos de Nueva Rumasa declararon ante los jueces que los hermanos les obligaban a redactar los balances falsos para que el padre no le echara la bronca. Creo que lo engañaron en la gestión del grupo y al final con la emisión de pagarés y la venta a Ángel de Cabo. Begoña me dice y yo lo ratifico que mi suegro, sino fuera por su desconocimiento del grupo, jamás hubiera vendido sus empresas a este señor De Cabo.