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El ruido, el peor 'vecino' del bloque

  • La oficina del Defensor del Ciudadano registra en un año 21 quejas por contaminación acústica, el 15% del total de las denuncias de 2011 · Si no tiene resultado el diálogo, "hay que ir a los juzgados"

Tras cuatro años denunciando los ruidos del bar que se encuentra debajo de su casa, ha tenido que cambiar su dormitorio de habitación para evitar, en la medida de lo posible, el bullicio que se 'cuece' en la calle. Desde que en 2004 se iniciaron las actividades de la oficina del Defensor de la Ciudadanía, año tras año los jerezanos han ido presentando sus quejas sobre las diversas fuentes productoras de ruido, que conforman lo que se conoce como contaminación acústica. Aunque el mayor aporte al ruido urbano proviene del tráfico, este aspecto va perdiendo terreno ante desagradables situaciones de ruido que se centran en actividades comunitarias y de vecindad, así como en las de ocio.

Cada año se repiten los mismos problemas con diferentes actores, por lo que el defensor de la Ciudadanía, Francisco Reinoso, insta al Ayuntamiento a realizar "una campaña de sensibilización ciudadana porque se ve que hay un problema: Jerez es una ciudad ruidosa". En el pasado año se registraron 21 denuncias en materia de ruido (cerca del 15% del total de quejas), que se suman a casi al centenar que ha gestionado la oficina del Defensor desde que se inauguró su sede. Y es que para producir contaminación acústica se requiere muy poco esfuerzo, pero genera muchos conflictos y la solución se demora en el tiempo ante la desesperación del denunciante. "La administración local es un poco dejada para resolver problemas de ruido. Se alargan, se alargan y se alargan. Tenemos la UE, el Estado, la Junta, la ordenanza municipal... una cantidad enorme de legislación, sólo hace falta cumplirla y exigir su cumplimiento en caso de que se ignoren las normas", reconoce Reinoso.

Como ejemplo, el defensor explica que un bloque de vecinos de la avenida de Europa ha denunciado el "tremendo" ruido que hacen unas máquinas de una empresa instalada en la acera de enfrente. Llevan con el caso unos seis meses y aún sin resolver. En la Canaleja va más allá y los residentes de dos bloques están esperando desde hace un año que se resuelvan sus quejas ante un criadero de pollos junto a las viviendas. Lo peor, para el defensor, es que el Ayuntamiento "no asume" su responsabilidad, desviando en un primer momento la queja a la Oficina Comarcal de Agricultura y Ganadería, cuando se comprobó que era 'tarea' del gobierno local. "Cuando nos volvimos a dirigir a Medio Ambiente nos dicen que depende de Urbanismo. ¿Eso no lo podían decir el primer día? Ahora estamos pendientes de la respuesta de la Gerencia, y mientras tanto los vecinos sufriendo el problema. Vamos que la Administración no es ágil", señala el defensor. Ante esto, Reinoso no pretende que las multas 'caigan del cielo' a diestro y siniestro, sino que "el Ayuntamiento ponga todos los instrumentos para evitar estas situaciones, que aplique la técnica y el factor humano".

Otro de los problemas que se ha registrado en la oficina del Defensor es el cambio de titularidad o el alquiler del local de ocio para evitar el cierre o la multa del mismo. Reinoso cuenta que en la calle Pizarro "los vecinos 'molestan' al propietario de un bar con las inspecciones, así que cambia de dueño y entonces empieza todo el procedimiento de queja de nuevo. También ocurre en la Asunción y la Milagrosa".

El defensor de la Ciudadanía presentará en el próximo pleno de abril la memoria de 2011 en la que se recoge todo el trabajo realizado en la oficina. Aunque aún queda por interpretar los datos, lo cierto es que Reinoso avanza que hay una tendencia a la baja en el número de quejas, pasando de 188 en 2010 a 175 en el pasado año. "Con todos los problemas que hay en Jerez y con la poca confianza que hay en muchos casos en el Ayuntamiento, antes de iniciar un proceso de denuncia, los jerezanos se aguantan", reconoce Reinoso, quien informa que en los tres meses de 2012 ya hay registrados 23 expedientes.

Aunque el ruido es el peor 'vecino' del jerezano, el defensor de la Ciudadanía destaca también los solares vacíos y abandonados -como los de la calle Pollo y Galván- y las plagas de gatos. "En la calle San Miguel hay un local abandonado tras un desahucio de un banco y hay una auténtica plaga de gatos. El Ayuntamiento dijo que instaría a Urbanismo a que exigiera al banco que tapiara el edificio, pero por ahora nada", relata Reinoso.

Y lo más "sangrante", con cinco expedientes abiertos, es el cobro del vado en barriadas consideradas 'ilegales'. "Urbanismo no te da la placa ni la licencia, pero Diputación te pide el dinero o te embarga. Me parece lo más horroroso que tenemos, porque con situaciones como las que veo puedo entender que los vecinos digan que hay un afán recaudatorio", denuncia el defensor.

De esta forma, Reinoso reclama al Ayuntamiento que "conecte con la ciudadanía, y no esté tan lejos", y en el caso de que no se solucione el problema por la vía del diálogo, "hay que ir a los juzgados. Cada día hay más sentencias en contra de los vecinos que generan el ruido y contra los ayuntamientos por dejación de responsabilidad".

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