La vida da tantas vueltas que la ropa que estaba de moda cuando tu padre era un treintañero de repente retorna a primera línea décadas después. La historia, cíclica como ella sola, nos ha demostrado que a la acción le sigue la reacción y que aquellos que propugnan la libertad para la consecución de sus fines políticos son los mismos que negarán dicha posibilidad a quienes se desengañen de sus aventuras y clamen por su propia libertad. Ésta les será denegada en aras de una libertad que es superior a la 'otra'. Todo ello lo describió magistralmente George Orwell en 'Rebelión en la granja'. El cerdo Napoleón se hace con todo el poder y empieza a recibir críticas (algo así como está sucediendo entre la Cataluña urbana y la Cataluña rupestre). Es entonces cuando el cochino Napoleón, en un patético discurso, dice a sus congéneres: "Todos los cerdos son iguales, pero unos cerdos somos más iguales que otros". Fue escrita en 1945 y sigue vigente 72 años después. Es lo que tienen los revolucionarios, que son fascistas de hornada.