No es que sea algo nuevo en nuestro pueblo; que famosas fueron siempre las celebradas en “El Cuco”; pero sin duda lo que en Jerez marca el paso de Cuaresma a Semana Santa son esas entrañables procesiones infantiles que en numerosos Colegios tuvieron lugar ayer mismo; el antiguo Viernes de Dolores, que con los cambios ya no lo es, y cuya sublimación sin duda hoy día es la que anualmente y como culminación de las actividades extra escolares programadas; todas ellas con una evidente intención formativa para el alumnado; tuvo lugar ayer en el antiguo Colegio de la Compañía de María; actual Colegio “Montaigne”; con la participación de centenares de niñas y niños desde los mas pequeños a los que integran la extensa nómina de los cursos superiores que se imparten en dicho centro…

Como previo aperitivo, la ya tradicional exposición de la procesión de plastilina, elaborada por cientos de manos inocentes, donde se desborda la imaginación y se condensa sin que falte un detalle, la representación plástica de una de nuestras Hermandades jerezanas, lo que a partir de mañana viviremos los jerezanos en nuestras calles y plazas, a lo largo de la Semana Santa que en este centro de la antigua calle Collantes - rebautizada como de la Compañía de María - cuantos tengan curiosidad por verlo, podrán contemplar si acuden a visitarla.

Pero ayer mismo, todo un completísimo cortejo procesional, integrado por niñas y niños de distintas edades, que, encabezado por su correspondiente Cruz de Guía, recorrió parte de las instalaciones escolares hasta rendir cuenta en la Capilla del centro, donde se venera, como no, a la Niña María, la acendrada devoción de miles de mujeres jerezanas que a lo largo de los años pasaron por el Colegio que la tuvieron y desde entonces la tienen como un claro referente de su trayectoria vital…

Pórtico pleno de ternura para comenzar la conmemoración, a la jerezana, de la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret, cuyo epílogo lo pondrá la gozosa celebración de su Resurrección, en la vigilia pascual, algo que sin duda estaba implícito anticipadamente en esta procesión de la Compañía de María, donde la infantil inocencia de los niños participantes, vestidos muchos de ellos como pequeños penitentes; incluso mantillas presentes en el cuidado cortejo; era el mejor recordatorio de que la Semana Santa no es la exaltación de la muerte sino simbólica y realmente la proclamación de la vida, como anuncia la letra del himno de laudes: “Dejad que el grano se muera y venga el tiempo oportuno; dará cien granos por uno, la espiga en la Primavera…” , que sonara en Villamarta hace ya muchos años en el final de un pregón…

Procesión de niños. Ilusión a raudales. Vida desbordante como anuncio de los hosannas que mañana mismo acogerán la presencia de Cristo Rey por las calles de Jerez…

¿Habrá acaso mejor comienzo para empezar nuestra gran Semana Santa?