VUELVEN a coincidir las elecciones autonómicas con las generales y se habla más de Zapatero y Rajoy, que de la sanidad y la educación andaluzas; de la ilegalización de ANV, que de los parados andaluces. Nada nuevo. La oposición culpa a Chaves de la ausencia de debate sobre Andalucía por hacer coincidir siempre los comicios, pero se equivoca. La culpa no es del presidente andaluz, no toda al menos, quiere decirse, vista le hegemonía socialista. Hasta ahora, buena parte de la ciudadanía no ha mostrado mucho interés por discutir sobre el modelo de Andalucía. Quizá no le convenza el actual, pero si no existe un debate andaluz es porque los populares siguen sin ofrecer garantías de un cambio posible. Probablemente, esto se traducirá en una baja participación en las urnas. Los andaluces se la juegan el 9 de marzo y están más atentos a la lluvia de promesas que cae desde Madrid que a lo que dicen Arenas y Chaves. ¿Preocupante? Sí, para el PP, que sigue sin presentar batalla seria, por ahora.