Los últimos datos de empleo, correspondientes a febrero, reflejan un dinamismo del mercado laboral en Andalucía que algunos expertos no han dudado en calificar de sorprendente. Un mes que tradicionalmente era neutro o se registraba aumento de parados ha arrojado este año un incremento del número de afiliados a la Seguridad Social de 18.326 personas, hasta totalizar 3,35 millones en la región, mientras que el número de demandantes de empleo inscritos se ha reducido en 4.110 y alcanza la cifra de 710.907. Aunque la misma tendencia se registra en toda España, es en Andalucía donde la evolución es más positiva, hasta el punto de que, por ejemplo, Sevilla registra su mejor dato en un mes de febrero desde 2005. La explicación de estos buenos registros está en el comportamiento de sectores con gran capacidad de demanda de trabajadores, como son la hostelería y la construcción y, en menor medida, de la agricultura y la educación. Una vez más se demuestra que el turismo y el mercado de la vivienda son las actividades que actúan como dinamizadores de la economía andaluza. En el primer caso, además, hay que anotar que las diferencias entre temporada alta y temporada baja se van atenuando, sobre todo en el turismo que no busca sol y playa y sí ciudades monumentales y patrimonio cultural. Pero además en este caso se da otro factor que confirma que el movimiento económico se acelera: el aumento del número de trabajadores autónomos, que marca un récord en Andalucía con 573.197 personas dadas de alta. Sin olvidar que el paro sigue siendo una lacra social y que los diferenciales con el resto de España y con la Unión Europea son altísimos y se mantienen en el tiempo sin grandes variaciones, hay que subrayar la positiva evolución que registra el empleo en Andalucía. La región, aunque con una dependencia excesiva del turismo y la construcción, está creando tejido económico y eso es una clara apuesta de futuro.