Provincia de Cádiz

Menos accidentes y un nuevo motor para el turismo y la industria

  • Las previsiones sobre lo que traería la A-381 a la provincia de Cádiz apuntaban muy alto

Curvas cerradas y ausencia de arcenes. Desprendimientos. La 381, la Jerez-Los Barrios, la conocida como Ruta del Toro, se había ganado en los años 90 una difundida mala fama de carretera muy peligrosa. La más peligrosa junto a la 340, que también enlaza por la costa dos comarcas, dos bahías, la de Cádiz y la de Algeciras.

Fue en diciembre de 1999 cuando arrancó el proyecto que pretendía acabar con ese cartel, con esas elevadas cifras de accidentes y de muertos que aparecían siempre ligadas a la 381. Las obras de la autovía comenzaron en dos de los ocho tramos del proyecto: en el segundo y en el tercero, desde el cruce de El Pedroso hasta la entrada en el término de Alcalá de los Gazules. Antes, en abril de 1998, ya estaba abierta la variante de Los Barrios, que quedaba inserta en el nuevo proyecto que definía la A-381. Pero el inicio de la autovía verde, de la obra pionera en Europa que atravesaría un parque natural sin dañarlo más allá de lo imprescindible y compensando los inevitables perjuicios, quedaba establecido cuando estaba a punto de comenzar el mítico año 2000.

La idea no era sólo terminar con una carretera muy peligrosa. La A-381 venía a terminar también con el aislamiento del Campo de Gibraltar, con la difícil comunicación entre dos zonas muy pobladas de la provincia de Cádiz y con la ausencia de una ruta muy necesaria, imprescindible, para el tráfico pesado que generaba el puerto de Algeciras. La A-381 iba a ser un nuevo motor que impulsaría el turismo en la provincia y el desarrollo económico e industrial de la comarca campogibraltareña.

Sólo unos meses después del inicio de las obras del segundo y el tercer tramo, en marzo de 2000, comenzaron las obras del sexto, en pleno parque de Los Alcornocales. Enlazaría la autovía con la variante de Los Barrios. Eran 11,1 kilómetros con un presupuesto de 11.787 millones de pesetas, unos mil millones por kilómetro.

Las lluvias ralentizaron las obras el invierno del año siguiente. En diciembre de 2001, las visitó la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, y dijo que la A-381 se convertiría en uno de los principales ejes de la articulación de Andalucía por el papel que jugaría en el "tráfico internacional" y por el efecto económico positivo que tendría para "toda la comarca, Andalucía y para el conjunto de España".

Poco después, en febrero de 2002, Manuel Chaves, entonces presidente de la Junta, y Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento, inauguraron 20 kilómetros de la autovía, los tramos segundo y tercero. El viaje entre Jerez y el Campo de Gibraltar se reducía en unos 15 o 20 minutos.

Por aquellas fechas las previsiones acerca de lo que supondría la A-381 apuntaban muy alto. Era delegado de Obras Públicas en Cádiz José de Mier, quien aventuraba, por ejemplo, que el aeropuerto de Jerez terminaría por quedarse pequeño cuando la A-381 estuviese finalizada. Decía De Mier que el aeropuerto se convertiría en uno de los principales puntos de llegada de los turistas centroeuropeos con destino a la Costa de la Luz y a la Costa del Sol. Otras previsiones hablaban de una ampliación de zonas industriales en Los Barrios, en Medina Sidonia y en Alcalá de los Gazules.

Por encima de esos augurios se alzaba, con la solidez de lo real, un dato muy positivo. Ese año de 2002, las carreteras de la provincia se cobraron la vida de 76 personas en accidentes de tráfico. Pero no hubo ni un fallecido en la A-381, frente a los 18 muertos en la 340. También el año anterior había sido bueno: un fallecido en la A-381 (19 en la 340). No obstante, como si la carretera quisiera rebelarse y defender su mala fama, en el primer mes y medio de 2003, precisamente cuando se iban a difundir las buenas noticias sobre la ausencia de accidentes mortales en el año anterior, un turismo chocó contra un autobús y anotó dos víctimas mortales en la A-381.

En enero de 2003 ya estaban abiertos al tráfico 33,5 kilómetros de la autovía. Poco a poco, llegó diciembre de 2004 y la inauguración de la autovía o al menos de lo que se consideraba el término de las obras de la A-381. Faltaba el tramo cero, nueve kilómetros que la unían con la AP-4 en Jerez, pero la obra había sido adjudicada en octubre de 2003 y no parecía que se demorase excesivamente.

Manuel Chaves acudió a esa inauguración del tramo quinto, dijo que se podía dar por finalizada la autovía y así se hizo. "Inauguramos la primera gran autovía verde de la Unión Europea. Hemos hecho una autovía de gran calidad que va a mejorar el bienestar de los ciudadanos de la provincia", afirmó ese día, el 19 de diciembre de 2004, el entonces presidente de la Junta. El tradicional acto del corte de la cinta fue escenificado en el túnel próximo a la salida 44 Benalup-Casas Viejas. El primer trozo de cinta, con la bandera andaluza, se lo dio Chaves a Alonso Rojas, el alcalde de Los Barrios, encargado de anunciar el fin de una incomunicación: "El Campo de Gibraltar ha dejado de ser una comarca aislada del resto del país", dijo Rojas.

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