Medio Ambiente

Los otros Algarrobicos

  • Una decena de proyectos urbanísticos amenazan con repetir el embrollo legal del polémico hotel

"¿Cómo se imagina El Palmar dentro de cuatro o cinco años? Un Palmar ordenado, que no agote su litoral, y que permita el desarrollo. Vamos por un modelo sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. [...] Lo que no podemos tener El Palmar es para bocadillos de mortadela , sino para un turismo de calidad y generador de empleo".

Las declaraciones del ex alcalde socialista de Vejer Antonio Verdú, en una entrevista en diciembre de 2009 en Diario de Cádiz, otorgó un icono a la plataforma ciudadana Salvemos El Palmar. Ese verano organizaron una mortadelada en la playa gaditana para protestar por el proyecto de un hotel en las inmediaciones de esta playa virgen. La reacción de estas plataformas (Salvemos Valdevaqueros, Salvemos Mojácar...) y, sobre todo, el estallido de la burbuja inmobiliaria por la crisis económica ha aliviado la presión urbanizadora en el litoral andaluz. Buena parte de los proyectos han quedado en punto muerto y otros se encuentran enmarañados en los tribunales.

Los ayuntamientos se debaten entre las oportunidades de un proyecto que genera empleo de servicios para sus vecinos y la protección de sus atractivos naturales. Ha venido pasando en las últimas décadas y se sigue repitiendo: una modificación parcial de un planeamiento convierte en urbanizable lo que no lo era. La Junta de Andalucía actúa de garante. La ley salvaguarda los primeros cien metros de costa (a partir de la nueva ley, los primeros 20 para núcleos costeros que antes de 1988 tuvieran carácter urbano) y, a partir de ahí, los tribunales dirimen.

La dicotomía entre ladrillo y playa virgen se presenta en el hotel de la playa de El Algarrobico, en Carboneras. El Ayuntamiento y los vecinos lo defienden; la Junta de Andalucía (ahora) persigue su derribo. El TSJA dictó hace una semana que la licencia es legal y, este miércoles, la Junta anunció que ejercerá la expropiación del suelo sin esperar al Tribunal Supremo.

La ausencia de un modelo económico para la comunidad andaluza da pie a estas situaciones. Resulta paradójico, como advierte Greenpeace, que existan proyectos de construcción de nuevos establecimientos cuando este tipo de equipamientos dan síntomas de agotamiento en la Costa del Sol. Ecologistas en Acción advierte desde hace 14 años con sus banderas negras los riesgos que conllevan nuevos proyectos.

Más allá de El Algarrobico, otra decena de proyectos hoteleros cuestionados por los ecologistas penden sobre la primera línea de playa a la espera de una resolución judicial o de la ansiada mejora económica que destierre el bocadillo de mortadela.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios