El trazado del AVE conectará Almería con Madrid en tres horas y cuarto
El Ministerio de Fomento no aclara cuándo podrá estar lista esta infraestructura
Ir desde Almería a Madrid en el AVE no precisará más de tres horas y cuarto, "tres horas si se contempla un futuro trazado por Albacete en lugar de por Valencia" y a Barcelona una hora más. Así al menos lo reconoció el subsecretario del Ministerio de Fomento, Jesús Miranda Hita, durante la presentación de la aprobación del estudio informativo definitivo del trazado ferroviario que llega ahora "hasta el río Andarax" y anunció que "antes de que termine el año se publicará el tramo que falta". Donde no hubo manera de sacarle de su conocido "como es habitual saben que no me gusta hacerlo" fue en la determinación de las fechas para que los almerienses puedan viajar en un tren de este siglo.
Se trata, según Miranda Hita, de "otra buena noticia que refrenda el compromiso del Gobierno con la llegada del AVE hasta Almería", que ejemplificó con los trabajos que se realizan en el túnel de Sorbas, el más complejo de todo el trazado y que apenas en cinco meses "lleva excavado el 60% de su longitud total, aunque a partir de ahora no seguirá el mismo ritmo ya que es previsible que se encuentren con dificultades técnicas".
De hecho, el Boletín Oficial del Estado parecía el de la Provincia de Almería, ya que hasta tres disposiciones del Ministerio de Fomento se recogían ayer relativas a la Alta Velocidad: una la de la correspondiente a la publicación de la sociedad que dirigirá el futuro del soterramiento del ferrocarril a su paso por la capital almeriense; otra sobre la apertura del expediente de información pública de los tramos Cuevas del Almanzora-Vera y Níjar-Almería y un tercero sobre la redacción del proyecto en el tramo Retamar-Los Mayorales.
En cuanto al AVE a Granada, al Ministerio de Fomento le queda mucho trabajo por delante. Hasta 1.400 alegaciones debe resolver el Ejecutivo central antes de aprobar definitivamente el estudio del trazado global, según el subsecretario de Fomento, "el más complicado de todo el país por los enormes desniveles que debe salvar" y que impiden que el futuro ferrocarril responda a su verdadero nombre.
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