Dirk Niepoort: "Si queremos que el mundo valore los jereces, hay que hacer un gran vino blanco"

Innoble abrochó su exitosa edición con el magisterio de uno de los grandes referentes del vino en la sanluqueña bodega Muchada-Léclapart

El equipo de Elkano-Cataria, con Aitor Arregi a la cabeza, completó la experiencia a la mesa

Los asistentes al 'Innoble de los Jartibles', con Dirk Niepoort, Alejandro Muchada y Aitor Arregi.
Los asistentes al 'Innoble de los Jartibles', con Dirk Niepoort, Alejandro Muchada y Aitor Arregi. / M.G.
Juan Antonio Solís

23 de mayo 2025 - 22:09

Sanlúcar de Barrameda/Tras el paso este año de más de 80 bodegas punteras españolas y de otros países en el Innoble sanluqueño, y más de 1.200 personas registradas, en la bodega Muchada-Léclapart se abrieron las puertas del denominado Innoble de los Jartibles: una jornada dedicada a los profesionales de la provincia de Cádiz que no pueden asistir al programa oficial porque les suele tocar trabajar sábados y domingos.

Y este año, el pasado domingo, fue muy especial por la cata magistral que ofreció Dirk Niepoort, viticultor, bodeguero, visionario y embajador de los grandes vinos de Portugal en las últimas décadas. A su lado, el anfitrión de una inolvidable celebración del vino, Alejandro Muchada. Y al fondo, Aitor Arregi, que regenta el reputado asador vasco Elkano en Guetaria y su hermano pequeño, Cataria en Sancti Petri.

Dirk Niepoort y su brand ambassador, Ana Osorio, fueron descorchando sin remisión grandes vinos de sus proyectos por todo el territorio portugués, partiendo de su Douro querido. Dirk revolucionó su zona, creando la DO Douro en el territorio del vino de Porto. Pero no sólo lo hizo allí, sino que fue uno de los pioneros en realizar un gran vino blanco de uva palomino en nuestra zona. En 2008 junto a Equipo Navazos (Eduardo Ojeda y Jesús Barquín), sacaron un primer blanco tranquilo, el hoy consolidadísimo Navazos Niepoort. Dirk lanzó al aire fresco de la bodega una frase rotunda: "Si queremos que el mundo valore los vinos de Jerez, debemos hacer un gran vino blanco”. Para la cata se disfrutó de la añada 2018 en magnum.

Los cuarenta asistentes pudieron disfrutar también de un blanco bajo velo de flor, Ururabo Bairrada de 2016, de su espectacular tinto de la región del Dao Conciso 2016 y de un perfecto porto Vintage 2022, uno de los grandes vinos de la casa. Entre medio, se hizo un diálogo con varios vinos de la bodega Muchada-Léclapart, única certificada en agricultura y vinicultura biodinámica en el Marco de Jerez, como un fantástico Lumiére 2019 en formato magnum o un fresquísimo Univers 2018, reflejos del buen evolucionar de la uva palomino tras su embotellado.

Se probaron también un champagne de David Léclapart, que no pudo estar presente físicamente pero que si lo estuvo con sus burbujas biodinámicas de su Amateur 2022 y un gran vino de cierre, un vino casero, el Amontillado de la familia Partida de Sanlúcar de Barrameda.

Tras la cata, todo estaba preparado en el patio de la bodega por el equipo de Elkano-Cataria, que estuvo presente con Aitor Arregi a la cabeza, su mano derecha Pablo Vicari, su sumiller Nico Boise (Elkano), Fernando Corrochano (jefe de sala y director de proyectos de Cataria) y Gabriela González Besone (sumiller del establecimiento que con tanta pujanza se ha abierto paso en la costa gaditana). Prepararon varios ahumados de entrantes, unas ostras a la brasa con amontillado, un guiso marinero de atún y unas sardinas a la brasa. Todo con pescado de la zona, con un conocimiento profundo del producto y un espíritu sostenible que lo ha impulsado como uno de los mejores restaurantes del País Vasco.

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