El encuentro de la Virgen del Rocío con la hermandad de Cádiz ha sido el último momento antes de suspender la procesión

Tres años después, la hermandad del Rocío de Cádiz pudo plantarse corporativamente ante la Virgen del Rocío en la procesión por la aldea almonteña. El saludo de la Virgen a los rocieros gaditanos, de hecho, ha sido el último momento de la procesión que este lunes de Pentecostés ha tenido que ser súbitamente suspendida por un incidente con el paso de la Virgen al romperse uno de los bancos.

La propia hermandad del Rocío de Cádiz ha publicado esta mañana en sus redes sociales el momento en el que la Virgen llegaba hasta el Simpecado, con el rociero saludo de un sacerdote que lanzaba los vítores a la Virgen. El saludo ha finalizado con un largo y emotivo aplauso en este año tan especial que ha supuesto el regreso de los peregrinos a Almonte después de dos años sin camino a causa de la pandemia del Covid.

Fue justo en ese saludo a la hermandad gaditana cuando uno de los bancos del nuevo paso de la Virgen del Rocío se partió, decidiendo la Hermandad Matriz el regreso apresurado a la ermita, finalizando así una efímera procesión por la aldea. De hecho, muchas han sido las hermandades que se han quedado sin recibir la visita de la Virgen y que han tenido que acercarse a lo largo de la mañana a la ermita.

Tras este saludo el Simpecado regresó a la casa de hermandad de Cádiz, donde permanecerá hasta que mañana martes comience el camino de vuelta por el Coto para llegar a la parroquia de San José en la tarde del jueves.